El decomiso se realizó el sábado dijo a periodistas el director de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), Armando Sarmiento.
El funcionario dijo que se trata de un contenedor cargado de chatarra que estaba siendo exportada a China, en el cual se detectó la alta radiactividad.
El funcionario explicó que al momento de la inspección de rutina, el moderno equipo del puerto “nos arrojó una lectura de alrededor de 21.000 sondeos por segundo, lo cual alertó a nuestros oficiales de Aduanas que trabajan en el proyecto de la iniciativa de la carga segura en este puerto certificado” que impulsan los Estados Unidos en tres puertos a nivel mundial.
“Al realizar una segunda inspección a este contenedor detectamos que el material que traía, según las lecturas de los aparatos especializados que nos ha donado el gobierno de los Estados Unidos, se trata de cesio 137, un material altamente radioactivo que posiblemente sea producto de algún desecho de algún hospital cuyo manejo debe de ser realizado de forma adecuada para garantizar la seguridad de las personas”.
“Sin embargo este material estaba siendo exportado como parte de una chatarra a un puerto de China”, declaró.
No descartó que “estos residuos químicos sean producto de un mal manejo de lo que son residuos de hospitales, bombas de cobalto o maquinas de rayos x”.
“El peligro de esto es que (el material) puede caer en manos equivocadas (y) podría ser utilizado para otro tipo de actividades, para fabricar incluso una bomba sucia que podría ser utilizada por los terroristas para atacar a la población civil en cualquier parte del mundo”, declaró Sarmiento.
Sarmiento explicó además que el contenedor “ha sido aislado a un lugar seguro y va a ser sacado de los predios de la ENP donde será sometido a una nueva inspección por parte de especialistas de la Secretaria de Recursos Naturales”.
“El contenedor será llevado a un lugar seguro, bajo vigilancia militar para evitar que caiga en manos equivocadas”, apuntó.
Sarmiento dijo que no se permite a ninguna persona acercarse al contenedor.
“En realidad uno puede estar hasta unos tres metros cerca del contenedor sin sufrir ningún daño por la radiación”, comentó.
Sarmiento dijo que el contenedor pertenece a una empresa llamada Inversiones Materiales, acogida a la zona libre de San Pedro Sula.
Según los técnicos, el material radioactivo tendría que ser enterrado en una bóveda de concreto.