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Decenas de heridos en protestas por la victoria de los comunistas en Moldavia

Moscú.- Decenas de personas resultaron heridas hoy en la capital de Moldavia, Chisinau, en los violentos choques entre Policía y manifestantes, que denuncian un fraude en los comicios parlamentarios del domingo, ganados por los comunistas.
 

Miles de manifestantes, en su mayoría jóvenes, tomaron por asalto la sede del Parlamento y la residencia del presidente moldavo y líder comunista, Vladímir Voronin, pese a que la Policía empleó contra ellos carros lanza-agua y gases lacrimógenos.

Los participantes en las protestas izaron en ambos edificios las banderas de la Unión Europea y de la vecina Rumanía, rompieron ventanas, sacaron muebles e hicieron hogueras con ellos, y más tarde se declaró un incendio en la sede del Parlamento.

Los opositores demandan la reunificación de Moldavia con Rumanía y denuncian fraude en las elecciones parlamentarias, que, según datos oficiales, ganó el gobernante Partido de los Comunistas de Moldavia.

Moldavia -con 4,1 millones de habitantes, mientras 600.000 se ganan la vida en otros países- formó parte de Rumanía hasta 1940, fue ocupada por la URSS en la Segunda Guerra Mundial y recuperó la independencia tras la desintegración de la Unión Soviética en 1991.

El caos económico y la extrema pobreza -Moldavia es considerada por el Banco Mundial el Estado más pobre de Europa- hicieron que los moldavos votaran en 2001 a los comunistas, que retornaron así al poder con la promesa de conducir al país a la Unión Europea.

«Abajo el comunismo», «Antes muerto que comunista», «Queremos estar en Europa», «Somos rumanos» son algunos de los lemas que corean los manifestantes, que también exigen la dimisión inmediata de Voronin.

El presidente convocó una reunión urgente del Gobierno en la que denunció que los manifestantes buscan «desestabilizar la situación», defendió la limpieza de los comicios y prometió emitir por la noche un mensaje televisivo a la nación.

«Ese vandalismo debe ser condenado. Estas acciones han sido bien planeadas, coordinadas y pagadas. Sus organizadores quieren un derramamiento de sangre, pero espero superar esta situación y frustrar sus planes», declaró Voronin.

Más duro, otro dirigente comunista, Mark Tkachuk, denunció que los desórdenes «son un intento de golpe de Estado planeado y preparado por la oposición», según la agencia rusa RIA-Nóvosti.

En Bruselas, el jefe de la diplomacia de la UE, Javier Solana, expresó su «preocupación» por los disturbios en Chisinau y pidió que cesen los ataques a edificios gubernamentales.

Solana recordó que los observadores internacionales opinaron que los comicios moldavos cumplieron muchos estándares internacionales, aunque pidieron mejoras para garantizar un proceso electoral «libre de indebidas interferencias administrativas».

Yuri Baziliuk, médico del Hospital de Urgencias de Chisinau, aseguró que allí fueron ingresadas más de treinta personas que participaron en enfrentamientos callejeros.

«Hemos recibido a más de una treintena de heridos, tanto policías como jóvenes manifestantes. Todos tienen contusiones de diversa consideración y también hay heridos graves», dijo a la agencia rusa Interfax.

La Policía afirmó que controla la situación en la capital, pero informó de decenas de agentes heridos durante los enfrentamientos.

Las protestas opositoras comenzaron el lunes, después de que se anunciara que el Partido de los Comunistas de Moldavia obtuvo el 50 por ciento de los votos en las elecciones.

Además de los comunistas, sólo accedieron al Parlamento tres formaciones opositoras, los partidos Liberal y Democrático Liberal y la alianza Nuestra Moldavia, que juntos lograron el 35 por ciento de los votos, equivalentes únicamente a 40 de los 101 escaños.

De esta forma, los comunistas mantienen el control del Legislativo, lo que les permite formar Gobierno y elegir al presidente del país, que en Moldavia es prerrogativa de los diputados.

Los tres partidos opositores han creado una coalición que se niega a reconocer los resultados electorales y exige la repetición de los comicios.

«Pedimos a las organizaciones internacionales que declaren nulos los resultados de los comicios. Apoyamos las protestas en Chisinau, en las que se reclama justicia y que seguirán hasta la convocatoria de nuevas elecciones», dijo a la prensa el alcalde de la capital y vicepresidente del Partido Liberal, Dorin Chirtoaca.

La separatista región moldava de Cisdniéster reforzó el control de su frontera con Moldavia, y Rusia expresó su preocupación por los desórdenes en Chisinau que, en su opinión, fueron «provocados intencionadamente».

Serguéi Márkov, politólogo ruso cercano al Kremlin, afirmó que los disturbios en Chisinau están siendo financiados por círculos nacionalistas rumanos, mientras el líder comunista ruso, Guennadi Ziugánov, denunció que detrás de las protestas están «los servicios secretos de Occidente».

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