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De verdad existió la Atlántida?

Por: Otto Martín Wolf 

Todo empezó con la mención hecha por el filósofo Platón acerca de una civilización extremadamente avanzada, que supuestamente existió más allá de las míticas “Columnas de Hércules” y que fue destruida por un enorme cataclismo.

¿Dónde quedaban las Columnas de Hércules?  Nadie lo sabe, como tampoco se conoce la ubicación de la Atlántida en sí.

Lo más posible es que Platón repitió una historia aún más antigua, transmitida en forma verbal de generación en generación desde las profundidades oscuras del pasado remoto.

Pero, ¿qué puede haber de cierto y qué de leyenda en todo eso?

Especulemos y fantaseemos: Las “Columnas de Hércules” -ubicadas al fin del mar-  pueden referirse al Estrecho de Gibraltar, pequeño canal que une al Océano Atlántico con el Mar Mediterráneo. También ese estrecho separa Europa de África.

Y si la Atlántida estaba “más allá” del Estrecho de Gibraltar, ¿dónde quedaba?

Ahí es donde la fantasía se desborda: He leído o escuchado cosas tan disparatadas como el altiplano en Bolivia -que ni siquiera colinda con ningún mar- y también la Luna, ya que en realidad “era una base de extraterrestres”, según dicen los fanáticos del tema OVNI.

Nada tan melodramático como eso, hemos visto que las leyendas pueden tener un origen real y más bien sencillo, pero con el paso del tiempo y algo de la imaginación humana, a veces llegan a convertirlo en algo totalmente diferente.

¿Un ejemplo? Hace más de quinientos años un noble europeo (de quien se dice era un sádico despiadado) recibió el apodo de Dragón, por alguna hazaña no muy conocida. Con el tiempo Dragón se convirtió en Drácul y luego en Drácula. Poco a poco fue naciendo la leyenda del Conde Drácula y con él de todos los vampiros, seres inmortales que viven de succionar sangre a los cristianos, especialmente a los católicos.

¿Sólo a los cristianos? Preguntará el lector y yo le contestaré que sí. En ninguna película de Drácula chinos, judíos o musulmanes se ven atacados, sólo cristianos que, precisamente y por rara coincidencia, son los únicos que cargan cruces, arma defensiva contra los vampiros.

En el otro, en el Estrecho del Bósforo, (donde se ubica Estambul) las aguas del Mediterráneo se comunican con las del Mar Negro, se han descubierto pruebas arqueológicas que demuestran que hace miles de años los dos mares estaban separados por tierra, siendo entonces el Mar Negro un lago de agua dulce.

Algún cataclismo los unió, el Mediterráneo con toda fuerza inundó el lago de agua dulce y formó el Mar Negro, destruyendo y matando a todo lo que el agua encontró a su paso. Sólo se salvaron algunos pescadores con sus veleros, barcos o lanchas, así como la gente que tenía algún tipo de embarcación.

Desde luego llevaron con ellos gallinas, cerdos, cabras y todo lo que pudieron salvar en la desesperada huida.

Finalmente paró la gran inundación y los sobrevivientes se establecieron en las nuevas orillas, donde empezaron a reconstruir sus vidas.

De nuevo; el tiempo puede convertir una base real en una o varias magníficas leyendas.

Nunca lo sabremos con certeza, pero es un hecho probado que en el fondo del Mar Negro se han encontrado fósiles de criaturas de agua dulce, evidencia arqueológica irrefutable de que ahí existió ese lago… cuya inundación quizá dio paso a la leyenda de la Atlántida e inclusive (¿por qué no?) al Diluvio Universal.

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