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De Suazo Córdova a Juan Orlando Hernández: Congreso Nacional, una plataforma de aspirantes presidenciales

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Tegucigalpa – Desde el inicio del retorno al orden constitucional, el Congreso Nacional (o su equivalente legislativo) se ha convertido en una plataforma de lanzamiento de candidaturas presidenciales, especialmente del titular del mismo, lo que ha incidido en el trabajo del poder del Estado, así como de sus miembros.
 

– Sólo dos titulares del Congreso Nacional han logrado llegar a la Presidencia.

– La agenda legislativa es contaminada por intereses del Presidente-candidato, según analistas y sociedad civil.

Con la instalación de la asamblea nacional constituyente, que dio forma a la actual Constitución Política, 1980, comenzó el proceso de manoseo del poder estatal, ya que su entonces titular Roberto Suazo Córdova, como el jefe de la oposición parlamentaria Ricardo Zúniga Augustinus, y desde la fecha no ha parado que cada presidente del poder legislativo se considera asimismo como un aspirante presidencial de primera línea.

Los expertos políticos consideran que el doble papel de los titulares del parlamento, el formal de presidente del Congreso Nacional y el de hecho de candidato presidencial del partido en el poder, predispone su actuación en su cargo, ya que toda su actividad legislativa está enfocada en ganarse en primer lugar a los diputados y demás funcionarios para impulsar su candidatura y después en aprobar o rechazar leyes con el fin de ganar los votos del ciudadano.

Los expertos señalan que prueba de ello son los males que sufre el actual proceso educativo, donde la aprobación de leyes y colegios sin contar con la información fiscal necesaria que indicara sí las finanzas estatales soportarían dicha carga es parte de los despropósitos que han surgido en la Cámara al tenor de aspiraciones políticas.

Asimismo, el sector salud, infraestructura vial y otros han venido a la baja a causa de los intereses políticos tanto del titular de turno del Congreso o de los favores a sus allegados.

Por ello a inicios de la década pasada, durante la gestión del ahora gobernante Porfirio Lobo como titular del Legislativo, se avanzó en una reforma política, aprobada inicialmente, en la cual se prohibía al titular del Congreso Nacional para postularse a la Presidencia de la República. Pero la misma fue anulada por interpretaciones jurídicas, la última incluso llegó a la Corte Suprema de Justicia.

La resolución judicial, que favoreció al entonces presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti el 2008, sentó las bases para que se continúe con la práctica del titular legislativo y aspirante presidencial de hecho.

Premonitorias

En la actualidad, no pasaron ni dos días desde que el ex diputado y analista Olban Valladares advirtiera de lo negativo que el titular del Congreso Nacional buscara la candidatura presidencial, cuando en San Pedro Sula el legislador Héctor “Tito” Guillén lanzara de hecho a Juan Orlando Hernández como precandidato presidencial.

Guillén aprovechó una reunión de descontento de las bases nacionalistas por la falta de oportunidades laborales en el sector gubernamental, para transformarla en un encuentro para nominarse como aspirante a la alcaldía de San Pedro Sula por el movimiento de Juan Orlando Hernández, con lo cual existen ya los dos primeros aspirantes a cargos de elección popular por el nacionalismo.

En la cita Guillén pidió a los solicitantes de empleo, así como a los funcionarios gubernamentales radicados en San Pedro Sula y alrededores “unirse” en torno al precandidato presidencial Juan Orlando Hernández

Con ello, “Tito” postergaba para dentro de tres años los deseos de un puesto laboral en el sector público a los “deschambados” nacionalistas.

Debido a esta situación es que Valladares planteó la urgencia de volver a habilitar la regla que prohíbe al titular del Congreso Nacional como aspirante a la Presidencia de la República.

Obviamente Valladares encuentra oposición en el mismo Congreso Nacional ya que muchos de los diputados son parte del proyecto de su presidente tal y como ya lo expresan sin ambages.


Presidentes-Precandidatos

La historia del legislativo está llena de titulares del parlamento que aspiraron a la Presidencia de la Nación.

Desde la plataforma de la presidencia de la asamblea nacional constituyente saltó a la candidatura presidencial del partido Liberal Suazo Córdova y con ella a la Presidencia de la República.

En el gobierno de Suazo Córdova (1982-1986), la titularidad del Congreso Nacional estaba en manos de Efraín Bú Girón, quienes se enemistaron políticamente. Tras una crisis institucional que se saldó con las elecciones conocidas por la historia como “Opción B”, donde los partidos principales presentaron múltiples candidatos presidenciales, uno de los cuales fue Bú Girón por el partido Liberal.

Los comicios fueron ganados por José Azcona (1986-1990), mientras la presidencia del Congreso Nacional fue asumida por Carlos Orbin Montoya, quién no tardó en organizar su propio grupo que lo nominaría como precandidato presidencial liberal, pero una derrota en los comicios internos le privó de alzarse con la nominación.

Azcona fue sucedido en el cargo por Rafael Leonardo Callejas (1990-1994), mientras que Rodolfo Irías Navas sustituyó a Montoya en la titularidad del Congreso Nacional.

Y la historia volvió a repetirse en el accionar político hondureño, cuando Irías Navas fundó su propio grupo conocido como Monarin (Movimiento Nacionalista Rodolfo Irías Navas), una copia genérica del Monarca que había llevado a Callejas al poder.

Irías Navas sufrió el mismo traspiés que su antecesor Montoya, cuando fue derrotado en los comicios internos nacionalistas por Oswaldo Ramos Soto, quién encarnaba la oposición interna dentro del entonces oficialista partido Nacional.

Al final, los nacionalistas solo pudieron gozar de un periodo en el poder, ya que la Presidencia fue ganada por Carlos Roberto Reina (1994-1998), quién perdió el control del Congreso el cual fue ganado en una lucha interna partidaria por Carlos Flores.

Además de controlar el poder legislativo, Flores asumió el mando del partido Liberal, lo que le pavimentó el camino para lograr la candidatura presidencial por segunda ocasión y venciera en los comicios generales logrando así emular a Suazo Córdova de saltar del poder Legislativo al Ejecutivo en forma inmediata.

En el poder Flores (1998-2002), los diputados liberales seleccionaron a Rafael Pineda Ponce como titular del Congreso Nacional y desde ahí se aglutinaron en torno a su figura para lograr la candidatura presidencial del oficialismo, tras vencer en las internas, aunque perdieron las generales ante el nacionalista Ricardo Maduro.

Por segunda vez en el poder con Maduro (2002-2006), los nacionalistas se enzarzaron en la lucha por designar a su titular en el parlamento, designando finalmente a Porfirio Lobo Sosa.

Con Lobo Sosa en la titularidad del legislativo entró en vigencia la prohibición que el presidente del Congreso Nacional se postulará para lograr la Presidencia de la República, aplicable al mandato siguiente, lo que le valió para obtener la candidatura presidencial de su partido.

Finalmente los nacionalistas no pudieron lograr un segundo mandato consecutivo y el aspirante liberal Manuel Zelaya Rosales ganó los comicios y comenzó su mandato del 2006-2010 con Roberto Micheletti en la titularidad del parlamento.

Micheletti acudió a los tribunales para impugnar la ley que prohibía al titular del Congreso Nacional aspirar a la Presidencia y tras un fallo favorable buscó la nominación presidencial de su partido, la cual perdió ante el entonces vicepresidente Elvin Santos.

Tras un 2009 en permanente crisis política, ya que desde el poder mismo se buscaba su prolongación, además de los cinco candidatos presidenciales ya nominados, Lobo Sosa, se alzó con el triunfo en detrimento de Santos.

Cuando Lobo Sosa asumió su actual mandato 2010-2014, se desató la batalla por la titularidad del Congreso Nacional, la cual fue ganada por Juan Orlando Hernández y con ello la historia vuelve a su punto de partida, buscar el sillón presidencial utilizando como catapulta la butaca de titular del parlamento.

Un antecedente de antología

Ya en la década de los 50 del siglo pasado se sentaron las bases de lo que ocurriría después, cuando Modesto Rodas Alvarado, titular del Congreso hondureño y controlador de las estructuras del partido Liberal, buscaba suceder a su correligionario Ramón Villeda Morales en la presidencia del país, pero el golpe militar impidió que se dieran los hechos, especialmente las elecciones que tenían que haberse dado.

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