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De madre e hija son cuerpos encontrados en carretera a Danlí

Tegucigalpa – Los dos cuerpos encontrados el domingo en estado de putrefacción en una hondonada localizada en el kilómetro nueve de la carretera que de Tegucigalpa conduce al oriente de Honduras, pertenecen a una madre y su hija de apenas ocho años de edad.

Los dos cuerpos fueron encontrados ayer en ese sector de la carretera que conduce al municipio de Danlí, El Paraíso, a la altura del desvío a Tatumbla, donde el personal de Medicina Forense hizo el levantamiento de rigor de ambas occisas.

Madre e hija ingresaron a la morgue capitalina en calidad de desconocidas al no encontrárseles documentos personales por lo que agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), sometieron los cuerpos al método de dactiloscopia para rápidamente proseguir con la investigación del doble crimen y conocer las razones, circunstancias y sobre todo la identidad de los victimarios.

En ese sentido, al filo de la medianoche se logró establecer que uno de los cuerpos pertenece a una niña de apenas ocho años de edad y el otro es el de su madre.

La menor fue identificada como Emi Milagros Velásquez Cocoy de ocho años y su madre Olga Beatriz Cocoy Munguía, las que presuntamente fueron raptadas desde el pasado martes en un sector de la capital hondureña hasta donde llegaron procedentes del municipio de Curaren, localizado al sur del departamento de Francisco Morazán, donde residían.

La información proporcionada por familiares, establece que las ahora occisas llegaron a la capital para culminar una visa de trabajo que la joven madre en la embajada de Estados Unidos por lo que este lunes estaría viajando hacia ese país, razón por la cual le dijo a su abuela que traería a su hija para aprovechar estar juntas el resto de los días que permanecería en Honduras, sin imaginarse que a su llegada a Tegucigalpa, antisociales por razones desconocidas le darían un boleto perpetuo sin retorno a su humilde hogar donde habitaba junto a su abuela y su hija.

Con los datos proporcionados por sus familiares que se abocaron esta madrugada  a la morgue capitalina más los suministrados por Medicina Forense del Ministerio Público, las autoridades esperan hacer justicia lo más pronto posible.

Por otra parte, esta misma madrugada ingresó a la morgue capitalina procedente del municipio de Guaimaca, el cuerpo sin vida de una joven de 17 años que ese lugar fue cruelmente asesinada por sujetos que luego de cometer el crimen huyeron de la escena y se encuentran prófugos.

El crimen fue perpetrado en la aldea Canes de Guaimaca, donde según pobladores la joven murió de varios impactos de bala ya que escucharon las detonaciones un sector boscoso de la zona.

La víctima fue identificada como Ana Raquel Bonilla de 17 años residente en la capital desde donde salió el domingo con destino a Guaimaca no se sabe si por su propia decisión u obligada.

El cuerpo de la desafortunada joven permanecía esta mañana en la morgue capitalina probablemente porque sus familiares no se dan cuenta del hecho sangriento.

El equipo de Medicina Forense, también hizo el levantamiento en las últimas horas del cuerpo de un hombre que dentro de un taller murió supuestamente debido a una intoxicación alcohólica provocada por una exagerada ingesta de licor.

El hombre fue identificado como Carlos Enrique Ávila Valladares, quien según parientes y allegados, tenía ya varios días de andar ingiriendo bebidas embriagantes, incluso en su lugar de trabajo, un taller de mecánica automotriz localizado en la colonia José Ángel Ulloa, a orillas del anillo periférico, al norte de la capital.

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