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Cuatrienio: Herencia zelayista, endeudamiento, déficit y escasa recaudación marcaron rumbo económico

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Tegucigalpa – El gobierno de Porfirio Lobo no pudo sostener en su tercer año la expansión del crecimiento económico que registró en el período 2010-2011 y a partir del 2012 se observó una desaceleración del mismo.
 

– El crecimiento económico pujante en los dos primeros años de gobierno, comenzó a desacelerarse a partir de 2012, cuando concluyó el acuerdo con el FMI.

– A partir de la reactivación de la banda cambiaria, la depreciación de la moneda se situó en 4.8 por ciento en 2012 y para este año se espera alcance un tres por ciento.

– El presidente de los economistas, Roldán Duarte, cuestiona que aunque el gobierno ha tenido algunos logros ha estado en una “parranda de gastos”.

Después que el producto interior bruto (PIB) tuvo en 2009 una caída de -2.1 por ciento debido a una combinación de una recesión mundial y a los eventos políticos de ese año, en 2010 observó una recuperación de 2.8 por ciento y en 2011 fue de 3.6 por ciento, pero en 2012 experimentó una desaceleración y cerró en 3.1 por ciento, según cifras del Banco Central de Honduras (BCH) y para el presente año se espera que sea del 2.6 por ciento.

Desde el arranque, la herencia de debacle económica heredada de la administración de Manuel Zelaya, sumados a hechos externos y malos manejos domésticos, agravaron el panorama.

Deterioro del PIB

El Programa Monetario 2012-2013 indicaba que el crecimiento del PIB sería cercano al cuatro por ciento, comportamiento fundamentado en la evolución esperada por sectores como la construcción, agricultura, manufactura, banca y seguros; sin embargo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pronosticó que el crecimiento económico del país centroamericano apenas alcanzaría un tres por ciento.

No obstante, las autoridades del BCH, tuvieron que ajustar y reformular las expectativas de crecimiento económico para 2013, el último año de gobierno de Lobo. Fue la propia presidenta de la institución, María Elena Mondragón, quien anunció que el PIB de este año apenas alcanzará un 2.6 por ciento, su peor resultado en el cuatrienio.

El desempeño favorable que la economía mostró en los primeros dos años de gestión de la administración Lobo se basó en los compromisos adquiridos en el programa Stand By, 2010-2012, suscrito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la Carta de Intenciones, que expiró el 31 de marzo del año pasado.

Después de la estabilidad que la economía hondureña había logrado en el período 2010-2011, los pronósticos indicaban que Honduras estaba en el camino de lograr que el PIB alcanzara mayores niveles de crecimiento en el corto y mediano plazo.

Fenómenos impactantes

Sin embargo, también ocurrieron otros acontecimientos que han contribuido a que el crecimiento económico del país se haya venido a pique, como la doble tragedia que sufrió el principal rubro de exportación de la economía hondureña, el café, afectado por la plaga de la roya y la caída estrepitosa de los precios en el mercado internacional, tal como lo señala la presidenta del BCH, María Elena Mondragón.

La funcionaria apuntó que el impacto de los problemas del café fue mayor al esperado, lo que representó una caída de 600 millones de dólares.

Para el subcoordinador del Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh), Raf Flores, la caída en la cotización internacional del café y azúcar generará un incremento en el déficit fiscal.

Datos del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) indican que el país recibió en la cosecha 2011-2012 por exportación mil 439.1 millones de dólares, mientras en la cosecha 2012-2013, que terminó en octubre de este año, se registraron casi 795.2 millones, para una diferencia de 644 millones de dólares.

En ese sentido, Flores indicó que este comportamiento impacta en la caída en las reservas internacionales y disminuye los ingresos corrientes del Estado porque las personas consumen menos y, por ende, se captan menos tributos vía Impuesto Sobre Ventas (ISV).


Caída en reservas y devaluación

En ese sentido, sumados esos factores, se registrará una pérdida en las reservas internacionales de alrededor de 190 millones de dólares, lo que para Mondragón no es malo si se toma en cuenta que el impacto del café fue de 600 millones de dólares.

“Nosotros tenemos en este momento, un saldo en las reservas internacionales de alrededor de dos mil 400 millones de dólares que cubren alrededor de tres meses de importaciones, un nivel adecuado para la economía del país”, sostuvo la funcionaria quien destacó que la pérdida en las reservas no debe preocupar ya que no es por otros factores inherentes a la política económica y las remesas familiares siguen siendo muy robustas con un crecimiento de una tasa interanual del nueve por ciento.
La administración Lobo encontró un nivel de reservas internacionales de dos mil 100 millones de dólares y a la fecha, casi cuenta con 400 millones de dólares adicionales, según la presidenta del BCH.

Por otro lado, la devaluación en el gobierno de Lobo, se mantuvo más o menos estable en los dos primeros años de la administración, hasta que la autoridad monetaria, decidió retomar el sistema de la banda cambiaria y en 2012, el deslizamiento de la moneda alcanzó un 4.8 por ciento y este año, hasta inicios de diciembre, el nivel de depreciación de la moneda andaba en alrededor del tres por ciento, según cifras del BCH.


Acuerdo con el FMI

Aunque en el primer año del gobierno, se logró un acuerdo económico con el FMI, incluso antes de que Honduras fuera readmitida al seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), en los años siguientes, por más que se intentó no se pudo firmar una nueva carta de intenciones con el organismo multilateral, debido a la velocidad con la que la institución financiera internacional quería los ajustes, reveló Mondragón.

Pero la falta de un acuerdo con el FMI, provocó, según analistas, el descarrilamiento de las finanzas públicas, caracterizada por una histórica situación de insolvencia que se calcula alcanzó los 10 mil millones de lempiras en 2012, entre las que destacan casi dos mil millones en salarios y dos mil millones de lempiras en transferencias a las 298 alcaldías municipales.

Para el presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Roldán Duarte, hay varias conclusiones que se pueden enumerar, una serie de valoraciones de los cuatro años de la administración Lobo.

La primera conclusión es que mientras hubo un acuerdo con el FMI se observó disciplina en muchos aspectos económicos, pero al expirar el acuerdo, la situación comenzó a desbordarse.

“El Estado está en una parranda de gastos increíble”, cuestiona Duarte quien considera que el gobierno también ha tenido algunos logros, como el crecimiento económico de los últimos años, el que se ha mantenido arriba de tres por ciento, pero al compararse con el desempeño que registran países como Costa Rica y Panamá se puede observar que Honduras se ha quedado rezagado.

Se esperaba que en el presente gobierno, ocurriera una fuerte inversión en energía renovable, al aprobarse 47 proyectos, pero los resultados están alejados de los planes de diversificar la matriz energética.


Deuda flotante y gasto corriente

Y es que el saldo de la deuda flotante que heredará el gobierno del presidente Lobo a su sucesor superará los cuatro mil millones de lempiras, según estimaciones de las autoridades de la Secretaría de Finanzas.

“La deuda flotante se redujo en este año de un total de 12 mil millones de lempiras a cuatro mil millones, lo cual es razonable por los gastos que falta hacer”, indicó el tesorero general de la República, Luis Felipe García.

El Fosdeh ha venido recomendado al gobierno aplicar una política de reducción del gasto público ante una merma en la recaudación de los ingresos corrientes.

Por su lado, el banquero Venancio Bueso, advirtió que las deudas que deja el gobierno de Lobo, es uno de los grandes problemas que heredará el próximo gobierno y que deberá enfrentar con una reducción del gasto público porque le quita capacidad de inversión, se deberá mejorar la recaudación. Se debe buscar readecuar la deuda al aumentar los plazos de pago y reducir la tasa de interés.

En ese sentido, el “Talón de Aquiles” del programa económico del nuevo gobierno de Honduras, será estabilizar las finanzas públicas. Así lo advierten ex funcionarios y economistas, quienes coinciden que la administración del presidente Lobo, no cuenta con medios de pago para honrar sus compromisos en el presente año.
Endeudamiento y déficit fiscal

Expertos coinciden en que en 2014, la situación fiscal de Honduras experimentará un marcado deterioro por el enorme peso de la deuda pública, lo que generará problemas de pago.

Inicialmente, la administración Lobo había estimado un déficit fiscal neto de 4.5 por ciento del PIB para el ejercicio 2013, sin embargo, en julio pasado esa variable fue ajustada hacia arriba para quedar en seis por ciento. No obstante, el Fosdeh) y el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) consideran que el déficit puede oscilar entre un siete y un ocho por ciento del PIB.

En 2012, la administración central cerró con déficit de seis por ciento equivalente a 21 mil 516.6 millones de lempiras del PIB, superior al 3.5 por ciento estimado en el Programa Monetario 2012-2013.

Para este año se han programado 17 mil 813.5 millones de lempiras para cubrir el pago de capital e intereses de la deuda pública del gobierno central, o sea el 19.9 por ciento del presupuesto aprobado, que es de 89 mil 544.4 millones.

En 2012, el servicio de la deuda pública ejecutado fue de 13 mil 170.3 millones de lempiras. De mantener esa tendencia, el presupuesto para cancelar la deuda a los acreedores nacionales e internacionales oscilará entre 20 mil y 22 mil millones de lempiras durante 2014.

Sólo el pago del bono soberano de 500 millones de dólares absorberá 75 millones de dólares, o sea casi mil 600 millones de lempiras en el pago de intereses, los que se amortizan cada seis meses, o sea en marzo y septiembre.

Según el ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato, el gobierno está cumpliendo con sus obligaciones crediticias y los requerimientos del gasto administrativo corriente.

El panorama de cara a 2014 no es halagador; Una nueva ley busca ordenar las finanzas pero muestra un rostro amargo frente a las mayorías. El sacrificio, dicen expertos, era inevitable. Falta saber si los manejos y políticas públicas serán coherentes.

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