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CSJ no cede a presiones para reintegrar jueces

Tegucigalpa – La Corte Suprema de Justicia mantuvo su independencia como poder constitucional y reiteró su decisión de despedir a cinco funcionarios que mantenían una huelga de hambre.
 

Según informó el portavoz del Poder Judicial, José Danilo Izaguirre, los magistrados realizaron una votación y ratificaron la notificación de despido en contra de los cuatro jueces, con diez votos a favor y cinco en contra.

Los jueces despedidos son Guillermo López Lone, Ramón Barrios, Luis Chévez, el defensor público Osman Fajardo Morel y la magistrada Tirza Flores, miembros de la Asociación de Jueces por la Democracia y el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia.

La ratificación de decisión de los supremos magistrados de la más alta corte de justicia en Honduras se da días después que el Presidente hondureño, Porfirio Lobo, se ofreció a traer al país al ex presidente Manuel Zelaya y además garantizó que una vez en tierras hondureñas no lo meterían preso pese a tener casos pendientes con la justicia.

Las declaraciones de Lobo abrieron nuevamente un debate que se ha mantenido encendido desde que el ex presidente Manuel Zelaya desconoció la orden de un juez que le prohibía realizar una consulta popular para perpetuarse en el poder.

En ese momento Zelaya llamó al togado como “juececillo” y decidió seguir con su proyecto. La historia acabó con las acciones que lo dejaron fuera del poder el 28 de junio de 2009 y que desató una crisis política sin precedentes.

Por eso las declaraciones de Lobo no dejaron de ser vistas con escepticismo.

Muchos interpretaron su mensaje como una estratégica jugada presidencial para desnudar los dobleces de Manuel Zelaya quien dice ser víctima del exilio pese a que reiteradamente se le abren las posibilidades para que retorne a Honduras.

Lobo, el presidente más votado en la incipiente vida democrática hondureña, ha dedicado sus mayores esfuerzos en convencer a la comunidad internacional de su voluntad para terminar con la polarización social pero, a cada paso que da, Zelaya y sus comparsas la arremeten contra Honduras y tratan de que el país sea castigado boicoteando prestamos y cualquier tipo de cooperación que pueda beneficiar a la población.

Zelaya, dijeron a Proceso Digital, entendedores de la política hondureña, está cómodo en República Dominicana donde disfruta de las bondades y complacencia de los satélites venezolanos. En su dorado y nada forzado exilio disfruta de un jugoso salario como empelado directo de Hugo Chávez y además impone de jet privados y todo el confort para viajar por el mundo.

Este martes el presidente Porfirio Lobo dijo a periodistas que ya está cansado de Zelaya y sus maniobraras.

Lobo confió a Proceso Digital que cuando sacó a Manuel Zelaya de la embajada de Brasil para que se instalara en República Dominicana, el ex presidente le prometió ayudarle para que Honduras fuera reconocido a nivel internacional pero hasta la fecha sus acciones han demostrado todo lo contrario.

Mientras las campañas de descrédito contra Honduras continúan, en el país la institucionalidad trata de sobrevivir a desinformación y las imposiciones que llegan del Sur de América y otros países con intereses encontrados.

De tal forma que la Corte Suprema determinó hoy ratificar su decisión de destituir a los jueces que se mantenían en huelga de hambre.

Los despedidos son declarados activistas zelayistas, algunos emparentados directamente con los colaboradores más cercanos del ex mandatario al grado que han participado en manifestaciones políticas en las calles y han comprometido la independencia de la justicia.

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