spot_img

Crisis de Honduras genera encontronazo entre Uribe y otros países de Unasur

Bariloche (Argentina) – La Crisis política en Honduras generó hoy un roce entre el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y otros participantes en la cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
 

Uribe dijo en el plenario que «hay maniqueísmo» en torno al golpe de Estado en Honduras «con intervenciones selectivas», comentario por el que la presidenta argentina, Cristina Fernández, le pidió aclaración.

«No puede haber intervencionismos malos o buenos, todos son graves y Colombia está amenazada por un intervencionismo político», les respondió Uribe.

A su turno, Cristina Fernández consideró que «lo de Honduras no es un hecho menor» cuando «se ve que secuestraron» el 28 de junio pasado al presidente constitucional Manuel Zelaya y «lo aterrizaron» en la base estadounidense de Palmerola en Honduras para llevarlo luego a Costa Rica.

Fernández señaló que el gobierno de Roberto Micheletti «maltrató» en forma «ostentoria» a la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) y «rechaza» el «acuerdo de Costa Rica» y la gestión del presidente de ese país, Oscar Arias, de quien destacó su imparcialidad.

Horas antes, al inaugurar la cumbre, la mandataria argentina dijo que recibió un llamado de Zelaya para solicitar a los miembros de Unasur «pronunciamientos similares a los que estaba adoptando Estados Unidos en cuanto a cancelar visas y cuestiones comerciales de los sectores que han dado el golpe en Honduras».

En este sentido, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, presidente temporal de Unasur, coincidió en la necesidad de tomar «medidas un poco más contundentes para intentar que regrese la democracia a Honduras».

El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, anunció que su país no reconocerá a la embajadora de Honduras en Argentina, Carmen Eleonora Ortez Williams, concurrente en Uruguay, «por apoyar al gobierno de facto de Roberto Micheletti».

El gobierno de Argentina exigió este mes el cese en sus funciones de Ortez Williams por respaldar al gobierno de Micheletti, lo que desató un conflicto entre este país y el gobierno de hondureño.


Como respuesta, la Cancillería hondureña canceló a la delegación de Argentina en Tegucigalpa y anunció para ellos similar tratamiento al que han recibido los representantes nacionales en Buenos Aires.

Por su parte, la chilena Michelle Bachelet sugirió a Correa que, en el marco de la próxima Asamblea General de Naciones Unidas, convoque a los presidentes de Unasur «para ver si se puede hacer más por el tema de Honduras» si es que los tiempos lo permiten.


Zelaya y sus colaboradores no se cansan de pedir y hasta exigir sanciones contraHonduras y sus acciones son calificadas de “anti hondureñistas” por la administración de Micheletti.


Similares expresiones utilizan políticos, empresarios y dirigentes de sociedad civil que no conciben que el ex dignatario y sus cercanos amigos pidan tratamientos de castigo y medidas que afecten la economía nacional, especialmente proyectos de cooperación que a la larga dañan a los más pobres de este país centroamericano.


Asimismo, la destitución de embajadores y miembros de las misiones diplomáticas que se niegan a respaldar a Zelaya han sido cerradas en diversas regiones de Honduras. Este hecho afecta directamente a los emigrantes que solo en Estados Unidos suman más de un millón.


Por ahora lo emigrantes no tienen acceso a trámites consulares, información y otros relacionados con su nacionalidad y que tienen que ver con su desarrollo laboral, familiar o académico entre otros.

spot_img
spot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_imgspot_img