–El esfuerzo que ha hecho la universidad por medio del Observatorio de la Violencia es digno de aplaudir pero el nuevo modelo es muy incluyente, argumenta.
“Se trata de un proyecto que involucra a la sociedad civil organizada con acciones preventivas para reducir los índices de violencia e inseguridad en los municipios de Francisco Morazán, San Pedro Sula, Puerto Cortés, Trujillo, Olanchito, Marcovia, Danlí y La Ceiba, entre otros”, sostuvo.
El funcionario no descartó que en esos sectores del país con el apoyo de Colombia se creen observatorios de la violencia para vigilar la incidencia de homicidios y las posibles soluciones a la problemática social.
“Los observatorios de la violencia municipales funcionarán porque la violencia ocurre en cada lugar y con ellos se medirá el nivel de riesgo por ejemplo de los colegios y escuelas en diferentes zonas”, explicó.
Agregó que los observatorios serán una herramienta valiosísima porque no serán cifras muertas, sino la realidad de cada zona y servirán para tomar medidas de prevención.
“El esfuerzo que ha hecho la universidad por medio del Observatorio de la Violencia es digno de aplaudir, pero el nuevo modelo es muy incluyente y participarán todos los actores como recolectores de información Policía, Fiscalía, Medicina Forense, jueces de paz y medios de comunicación, entre otros y luego en la validación también hay un proceso incluyente y será bienvenida toda ayuda”, argumentó.
Indicó que 20 países de Latinoamérica ya han adoptado ese modelo con muy buenas experiencias.
Reiteró que la creación de los observatorios de la violencia municipales no está excluyendo el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.