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Costa Rica, ¿lista para un gobierno de centro izquierda?

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Tegucigalpa – La apacible Costa Rica se apresta hoy domingo 6 de abril a vivir unas elecciones de segunda vuelta o balotaje en donde las tendencias dan como favorito para alzarse con el triunfo al presidenciable, Luis Guillermo Solís, del Partido de Acción Ciudadana (PAC) que en su cuarto intento por la presidencia, estaría a punto de alcanzar el poder y dar así a ese país centroamericano un gobierno de centro izquierda.
 

El camino para el PAC se despeja luego que el presidenciable oficialista, Johnny Araya, anunciara el retiro de su campaña ante los últimos sondeos en donde su partido, Liberación Nacional, no salía favorecido en la simpatía del electorado. El anuncio lo hizo el 5 de marzo.

Si bien Araya renunció a la campaña, la segunda vuelta electoral igual debe celebrarse este 6 de abril, en vista que la Constitución costarricense establece que “no pueden renunciar a la candidatura para la presidencia y vicepresidencia los ciudadanos incluidos en una nómina ya inscrita”, ni en primera ni en segunda ronda.

“La prudencia aconseja no gastar millones en propaganda, reuniones y movilizaciones, acatamos las normas constitucionales aplicables, pero me abstendré de cualquier actividad electoral. El proceso continuará hasta el 6 de abril como constitucionalmente está definido”, dijo en rueda de prensa Araya, al anunciar su renuncia y dar así paso a una nueva etapa en la historia política de Costa Rica.

¿En qué momento se produjo esta fractura?

Los analistas consultados por Proceso Digital indican que todo obedece al desgaste del bipartidismo y de la democracia, en donde la sociedad costarricense está apostando no por más democracia, sino por una democracia de mayor calidad y credibilidad.

En Costa Rica, desde mediados del siglo XX existió una alternancia bipartidista en el gobierno de los partidos Liberación Nacional (PLN) y Unidad Social Cristiano (PUSC).

El bipartidismo costarricense entró en crisis abierta cuando en el 2004 se destaparon casos de corrupción de ex presidentes como Miguel Ángel Rodríguez Echeverría (1998-2002) del PUSC y José María Figueres Olsen (1994-1998) del Partido Liberación Nacional. Durante estos casos de corrupción fungía como presidente, Abel Pacheco (2002-2006) del PUSC. De estos casos de corrupción salió debilitado el Partido de Unidad Social Cristiano y el Partido de Liberación Nacional quedó como partido hegemónico.

El surgimiento de Acción Ciudadana

“Pero la ciudadanía costarricense continuó acumulando malestar hacia la política y la democracia. En las últimas décadas se han deteriorado las conquistas y derechos sociales. Costa Rica entró también a un proceso de polarización que tuvo entre sus máximas expresiones las movilizaciones y el plebiscito en relación a la aprobación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos”, recordó a Proceso Digital, el sociólogo y analista en temas políticos, Eugenio Sosa.

Esta crisis del bipartidismo costarricense dio paso al surgimiento del PAC, conformado por ex liberacionistas que tomaron como su bandera un discurso contra la corrupción, el retorno de la ética en la política y una mayor participación ciudadana.

Estos tres ejes, según Sosa, dieron un aire fresco al electorado generando expectativas de cambio. Así el PAC en su primera participación electoral en el 2002 fue la novedad, en la segunda elección en el 2006 estuvieron cerca de triunfar, pero en la tercera elección en el 2010, tuvieron una recaída, de la cual se han levantado con grandes expectativas de triunfo para los comicios de segunda vuelta este domingo.

Sosa considera que la sociedad costarricense se está preparando para tener un gobierno de centro izquierda con el PAC, “porque el cambio es producto de un importante grado de consenso en la ciudadanía”.

“Los y las costarricenses quieren cambios en las políticas públicas, en la política y en la democracia. Además, porque no aceptar una nueva fuerza en el gobierno sería aspirar a que se sucedan gobiernos de partido único, como Liberación Nacional, sin alternancia partidaria”, detalla el sociólogo hondureño.

Un historiador podría ser Presidente

El PAC está a punto de alcanzar el poder de la mano de Luís Guillermo Solís, un destacado historiador con una maestría en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad de Tulane, en Estados Unidos. Por más de 30 años ha sido docente, investigador y administrador académico, así como profesor invitado en las universidades de Michigan y de La Florida, en Estados Unidos.

Solís es hijo de un pequeño industrial del calzado y de una destacada maestra fundadora de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica.


En su trayectoria destaca que fue funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores en el período de 1986-1990 y trabajó de cerca con el ex canciller Rodrigo Madrigal Nieto en la formulación e impulso del plan de paz para Centroamérica. Fue embajador de Costa Rica para asuntos centroamericanos y ha publicado 10 libros y decenas de artículos de análisis y opinión.

En el 2005, Solís quien llegó a ser el secretario general del Partido Liberación Nacional, se suma a las denuncias de un escandaloso fraude producto de elecciones internas, llama a los máximos líderes del partido a enmendar el asunto para mantener el espíritu de transparencia y pureza electoral que pregonaban, pero ésta no le hizo caso. Ahí inicia su quiebre y desencanto con el partido del cual renuncia para pasarse a formar el PAC.

Solís se define como un hombre con un pensamiento progresista que busca la armonía entre desarrollo económico y equidad social, así como una persona de una sólida formación ética que siempre ha actuado con sus convicciones.

Las lecciones

Ello ha valido, según Sosa, para que Solís tenga un gran respaldo en la ciudadanía costarricense, que le valdrá para que la sociedad acepte sin sobresaltos el giro de timón que tendrá ese país de la derecha conservadora a un gobierno de centro izquierda, asegura.

En Costa Rica las expectativas sobre el triunfo del PAC son enormes, aunque son conscientes que llegan con una desventaja en el parlamento pues no tendrá el control del mismo y estará obligado a efectuar alianzas entre los partidos.

El virtual triunfo del PAC en Costa Rica y el rumbo hacia un gobierno de centro izquierda, dejaría sepultado a un bipartidismo que otrora fue omnipotente y omnipresente en esa nación centroamericana, considerada como una de las sociedades democráticas de mayor evolución en el istmo.

Un inminente triunfo del PAC en Costa Rica, deja según los analistas, dos lecciones para la clase política centroamericana y para Honduras en particular.

La primera es que las sociedades, y en específico las ciudadanías, demandan cambios fundamentales en la política y el ejercicio del gobierno. Los pueblos están cansados de la corrupción y aspiran a una política ética y transparente y a una democracia participativa e incluyente.

La segunda es que si las fuerzas políticas hegemónicas continúan actuando de espaldas a la ciudadanía y a la sociedad, perderán vigencia y serán relegadas por otros partidos o movimientos políticos con similares u opuestas orientaciones ideológicas.

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