García dijo a la agencia de noticias EFE que la próxima sesión extraordinaria podrá celebrarse en Honduras, a comienzos de 2008, e indicó que el tribunal pondrá fin a este año judicial con dos períodos de sesiones en San José.
El anuncio lo hizo al final del XXXI Período Extraordinario de Sesiones celebrado del 17 al 20 de octubre en Bogotá.
En declaraciones a EFE, García Ramírez dijo también que la tercera parte de los casos seguidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) termina con el reconocimiento de responsabilidad internacional por parte de los Estados demandados.
Ello “implica una actitud que tiene un valor jurídico y un valor ético”, admitió el letrado tras clausurar un período extraordinario de sesiones de la CIDH, que comenzó el jueves.
García precisó que “quizá”, en un 35 por ciento del total de casos que conoce la Corte hay reconocimiento de responsabilidad, en forma total o en forma parcial’ por parte de los Estados.
«Evidentemente, nosotros seguiremos tramitando los asuntos contenciosos hasta el final», aclaró el presidente de la CIDH, pero indicó que «si un Estado estima conveniente, pertinente y adecuado reconocer su responsabilidad y actuar en consecuencia, nosotros lo ponemos de manifiesto».
Es, enfatizó, “una forma interesante, útil, constructiva de resolver los problemas de los que tenemos conocimiento, que tienen que ver con violación de los derechos humanos”.
García destacó la vía del reconocimiento de responsabilidad por parte de los Estados al hacer mención del caso del periodista argentino Eduardo Kimel, el más reciente de esta naturaleza y uno de los que ocupó a la Corte Interamericana en Bogotá.
Argentina asumió a finales de septiembre pasado su responsabilidad internacional en el asunto Kimel, que el jueves fue superado mediante una “solución amistosa” entre las partes implicadas.
Kimel afrontó en Buenos Aires un proceso judicial promovido en 1991, por el ahora ex juez argentino Guillermo Rivarola y que terminó en septiembre de 2000, con la confirmación de la condena a un año de prisión en suspenso y a una multa de 20.000 dólares de la época que el periodista había recibido en octubre de 1995.
Rivarola acusó a Kimel, judío descendiente de polacos, de injurias y calumnias por referencias que hizo a él en el libro «La masacre de San Patricio», sobre la matanza a manos de militares de cinco religiosos palotinos.
Además de la audiencia pública del caso de este periodista, la CIDH celebró en la capital colombiana una segunda, de alegatos finales, del contencioso Salvador Chiriboga contra el Estado ecuatoriano.
El proceso se derivó de la expropiación, en 1991, de un predio rural heredado por los hermanos ecuatorianos María y Guillermo Salvador Chiriboga, y que fue intervenido para el proyecto de Parque Metropolitano de Quito.
Como Kimel, María Salvador Chiriboga compareció en las sesiones bogotanas de la CIDH, las primeras que este tribunal celebra en Colombia, dentro de una itinerancia que comenzó hace dos años.
El presidente de la Corte Interamericana dijo que este trigésimo primer período extra cumplió con sus objetivos de realizar las diligencias de dos casos y de tratar de difundir ante la sociedad lo que es la CIDH, su forma de trabajo, los asuntos que asume y su manera de actuación.







