«Es una pena que un fuerte aliado de Estados Unidos como es el Gobierno de Honduras vaya a firmar este acuerdo», dijo a Efe la legisladora republicana Ileana Ros-Lehtinen.
La política explicó que la «iniciativa» del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, de adhesión a la ALBA, que impulsa el gobernante venezolano, Hugo Chávez, es contraria al Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y EE.UU. (CAFTA-DR, por su sigla en inglés).
El ALBA «va en contra de los esfuerzos a favor de la democracia y los derechos humanos en Latinoamérica», así como del «espíritu» del CAFTA-DR, un «esfuerzo de Estados Unidos para tener mejores relaciones» con la región, insistió Ros-Lehtienen.
La «inclusión» de Honduras en el ALBA fue calificada por la republicana de «maniobra» dirigida por Chávez y «sus seguidores», el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su homólogo cubano, Raúl Castro.
La congresista denunció que el objetivo oculto tras la incorporación de Honduras al ALBA es «crear divisiones en Latinoamérica y ampliar una agenda izquierdista que lesiona los derechos humanos y la libertad».
Por ello, se mostró satisfecha de que Zelaya haya aceptado reunirse con ella el próximo 25 de septiembre en Washington para profundizar sobre las implicaciones que traerá esta decisión, rechazada por muchos diputados hondureños.
La adhesión de Honduras al organismo regional debe ser ratificada por el Parlamento, donde encuentra mucha oposición.
Para José Lagos, presidente de Unidad Hondureña, este acuerdo «no trae ningún beneficio a los 7,5 millones de hondureños que viven en el país ni para el 1,5 millones que residen en Estados Unidos».
«Va en dirección contraria a los intereses de Honduras y en contra de un aliado como Estados Unidos», que brinda al país centroamericano «mejores oportunidades» de comercio, consideró Lagos.
Recordó que Estados Unidos condonó parte de la deuda externa hondureña e incorporó al país al programa de la Cuenta del Milenio, que aporta millones de dólares a la nación centroamericana.
«Pedimos a Zelaya que reconsidere la adhesión de Honduras al ALBA y al Congreso del país que no ratifique» este acuerdo, señaló Lagos, quien exhortó a la comunidad hondureña a «no creer en las mentiras ni caer en las garras de los dictadores Hugo Chávez, Daniel Ortega y Fidel Castro».