spot_img

Confrontación permanente, una estrategia gubernamental ante la carencia de un plan de país

Tegucigalpa – La andanada de ataques lanzados por el presidente Manuel Zelaya Rosales contra la Corte Suprema de Justicia, en especial contra los magistrados que votaron a favor de suspender la aplicación del “hoy no circula” , fue interpretado por analistas políticos locales como un intento del actual gobierno para crear una crisis institucional.
 

Primero fue Micheletti, ahora es la Corte Suprema de Justicia víctima de sus ataques
– Prensa y otros grupos económicos también son objeto de sus ofensivas

Las fuentes consultadas recordaron que el gobierno de Zelaya se ha caracterizado en los dos años de poder “justamente por su alto nivel de confrontación con la mayoría de los sectores”, lo que mantiene la temperatura política del país en un alto nivel, y opacando o sacando de la agenda los temas de mayor importancia para la nación.

Para algunos críticos, la última acción presidencial directa, la de atacar a una parte de los magistrados del alto tribunal de justicia de Honduras por el fallo del “hoy no circula”, puso al país en riesgo, ya que el mandatario se enfrentaba directamente a la Corte Suprema de Justicia y donde señalaba que su decisión jurídica era orquestada por el Partido Nacional, el mayor de la oposición política.

Además, el presidente Zelaya no se conformó con cuestionar el fallo judicial, sino que pidió al presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti, que evaluara el fallo y que si encontraban que los magistrados habían fallado, se tomarán las medidas correctivas, lo que muchos lo interpretaron como un eufemismo para pedir la destitución de los magistrados que los etiquetó como nacionalistas.

Pero el presidente Zelaya se cuidó de no llamar liberales a los seis magistrados que votaron a favor de la posición de gobierno, aunque es conocida su militancia partidaria en el partido del poder, sino que los definió como “independientes”.

Ataques

Los constantes ataques a la oposición, para unos, se trata de una campaña permanente de Zelaya y su equipo de colaboradores, de mantener un permanente clima de confrontación, y crear zozobra que de cómo finalidad la ruptura institucional y con ello prolongar su estadía al frente del gobierno

En su defensa, Zelaya ha dicho que no existe tal situación y se compromete a dejar el poder el 27 de enero del 2010, tal como lo establece la Constitución.

De manera que el gobierno rechaza la política de crear un clima de incertidumbre, como acusan opositores tanto de su partido Liberal como del resto de la oposición política, e indica que sus posiciones son porque desea establecer nuevas políticas que son rechazadas por lo que genéricamente define como “grupos de poder”.

En el paquete de los “grupos de poder”, que en dos años nunca los ha definido por su nombre, el gobierno y el presidente Zelaya, mete a los medios de prensa que no le son leales, aunque al resto de la prensa afín no la señala como tal; las compañías transnacionales que importan derivados de petróleo, inicialmente a algunos generadores de electricidad térmica, aunque al final se congracio con algunos, compañías de telecomunicaciones, empresas que se acogen al beneficio dadas a las comidas rápidas y otros.

Sólo improvisación

Pero hay analistas políticos que consideran que en realidad el gobierno de Zelaya no tiene un plan específico de crear incertidumbre, sino que su estilo de confrontación sólo refleja su incapacidad de elaborar un plan de gobierno, medianamente consensuado, que dé continuidad a sus políticas.

A la falta de un plan, la acción gubernamental es sustituida por la improvisación y con ello su actitud de hostilidad a quienes no comparten sus proyectos, señalan los analistas.

Por ello es que cada sector que rechaza sus propuestas es objeto de ataques, descalificaciones y burlas de parte del presidente Zelaya y sus fieles escuderos, representados por su ministro de la Presidencia , Enrique Flores Lanza, su asesor Milton Jiménez Puerto, y la titular del partido Liberal, Patricia Rodas. Eventualmente se suma a este equipo el ministro de Defensa, Arístides Mejía.

Víctimas de esta actitud ha sido el propio titular del Congreso Nacional, Roberto Micheletti, que antes fue hostigado por el equipo gubernamental por su oposición a ciertas políticas del presidente Zelaya, como el caso de la ley de Telecomunicaciones y otras.

Ahora las aguas entre estos dos líderes partidistas han bajado ante la posibilidad de una real alianza política en detrimento del vicepresidente Elvin Santos.

spot_img
spot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_imgspot_img