La Haya – Un tribunal holandés condenó hoy a cadena perpetua a Eshetu Alemu, un nacional vinculado al régimen del dictador etíope Hailé Mariam Mengistu en la década de 1970, por crímenes de guerra, incluidos el asesinato de 75 prisioneros y malos tratos a reclusos.
Los crímenes cometidos son tan graves «que sólo es posible la cadena perpetua», la máxima pena posible en Holanda, informó el tribunal en un comunicado.
Los jueces consideraron probado que la mayoría de víctimas de Alemu pertenecían al Partido Revolucionario del Pueblo de Etiopía, formación de corte comunista pero que entró en conflicto con Mengistu a pesar de que éste consiguió el apoyo de la Unión Soviética.
Alemu reconoció durante las vistas orales que formó parte de la junta del dictador, pero negó los cargos y dijo que en ningún momento tuvo funciones militares, por lo que estaban juzgando «a la persona equivocada».
Sin embargo, el jurado estuvo de acuerdo con la Fiscalía y señaló a Alemu como representante de la junta militar en la provincia de Gojjam, en el norte del país, entre 1977 y 1978, durante el llamado «terror rojo».
Durante esos dos años, diferentes sucesos violentos consolidaron en el poder a Mengistu, que se mantuvo como presidente hasta 1991, cuando en el marco de la desintegración de la Unión Soviética perdió el apoyo de Moscú.
Alemu, nacido en Etiopía, huyó de su país y llegó a principios de los años noventa a Holanda, donde consiguió primero un permiso de residencia y en 1998 el pasaporte neerlandés.
Un tribunal etíope lo condenó en ausencia a pena de muerte en 2006 por el asesinato de opositores políticos, pero esa sentencia no podía ejecutarse en Holanda.
No obstante, Alemu fue detenido en 2015 y ha sido juzgado por el Tribunal de Distrito de La Haya, una corte nacional que puede tratar casos ocurridos en el extranjero siempre que exista un vínculo con Holanda, en este caso que el sospechoso tuviera pasaporte neerlandés.