Tegucigalpa – El titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), Roberto Herrera Cáceres, instó al sistema de justicia penal de Honduras no dejar impune la muerte de policías que perdieron la vida violentamente en los cinco años.
“Urgimos de las autoridades competentes la debida investigación de estos casos hasta su esclarecimiento y lograr que se castigue con todo el peso de la ley al o los responsables de estos crímenes”, dijo.
Herrera Cáceres, se refirió a la muerte violenta, en las últimas horas, del agente de la policía hondureña, Billy Ovidio Fúnez a manos de supuestos delincuentes.
El Ombudsman hondureño destacó la labor que realizan los agentes de la policía como integrantes del sistema de justicia penal y un elemento estratégico de la seguridad comunitaria.
Declaró que los agentes son seres humanos que prestan un servicio social, asistiendo y protegiendo a otras personas y a la comunidad.
Añadió que el Estado debe tener la obligación de garantizar los derechos humanos de los policías en lo que respecta a sus condiciones de trabajo y su situación personal y familiar y el respeto de la comunidad.
Indicó que los atentados contra la vida y a la seguridad de los miembros policiales debe considerarse como una amenaza a la estabilidad de toda la sociedad de acuerdo a las normas internacionales.
Se estima que en los últimos cinco años 43 policías perdieron la vida en circunstancias violentas en el cumplimiento de su deber.
17 murieron en el 2017, otros 17 el año anterior y nueve en el presente año.
Entre los miembros alrededor de 30 eran agentes, cinco policías clase I, dos subinspectores, dos agentes de investigación, un suboficial II, un inspector, un aspirante y un cadete.
El defensor del pueblo aseguró que el crimen contra un policía impacta porque se priva de la vida a un ser humano y eso es condenable en cualquier sociedad.
Finalmente hizo un llamado a la Secretaría de Seguridad y todo el Sistema de Justicia Penal hondureño, para que atiendan debidamente la situación actual y contribuyan con el bienestar de las familias de los policías que, en el cumplimiento de su deber, perdieron la vida al enfrentarse con los delincuentes.
