Tegucigalpa – Honduras comienza a partir de hoy a poner una “pausa” a su actividad económica, política y social durante una semana completa, cuando comience la principal temporada de vacaciones de verano y la principal festividad religiosa del cristianismo que es la Semana Santa.
+ Más de dos millones se espera que se desplacen a playas, lagos, ríos, balnearios y bosques a fin de gozar una semana de descanso
+ Iglesias Católica y Evangélica tendrán sus actividades religiosas para sus fieles

El gobierno espera una movilización de más de dos millones de personas, la mayoría se trasladan a sus hogares al interior para pasar las fiestas con sus familias, mientras un millón se desplazarán en condición de turistas hacia las playas, balnearios, ríos, piscinas, montañas y otros centros de distracción.

El pastor Solórzano llamó a los hondureños a “recordar la muerte y resurrección de Jesucristo y reflexionar” al postear un mensaje en la red social Twitter.
En otro mensaje en la misma red, el dirigente religioso señaló que “Se puede combinar esparcimiento con espiritualidad, se debe generar conciencia para reducir el desenfreno durante la Semana Santa”.
Disfrutar sanamente

“Muchos piensa que a la playa solo se va a ver muchachas bonitas o emborracharse, también Cristo llega a la playa, con los niños hacen muchas actividades y también con las otras personas que pueden ir a disfrutar sanamente”, dijo el prelado católico.
El arzobispo de Tegucigalpa señaló que desea que ésta “fuera una Semana Santa ejemplar” y donde se destaque no solo los muertos, sino que Cristo resucitó, pidiendo por ello un cambio de mentalidad que se busquen cosas positivas, destacando que en “Honduras hay mucho más bien que mal”.
El cardenal Rodríguez, que habló en el noticiero TN 5 de la Corporación Televicentro, dijo que en primer lugar se deben acordar de Dios en esta temporada, destacando que la gran mayoría lo hace, lo cual se ve testimoniado en las iglesias llenas en todo el país, mientras que las otras denominaciones que recuerdan la muerte y resurrección de Jesucristo, por lo que afirmó que el pueblo hondureño es religioso.

La Iglesia Católica por su lado se apresta a seguir con la tradición, que ya comenzó desde el viernes y continuará el sábado y domingo con la venta de las palmas y cruces en las cercanías de sus templos religiosos, los cuales se utilizarán en la procesión del llamado Domingo de Ramos, que recuerda el ingreso de Jesucristo a Jerusalén hace más de 2,000 años.

Igual situación se repite en el resto de ciudades y municipios, así como comunidades pequeñas, donde los fieles acudirán a las primeras misas a partir del Domingo de Ramos.
A lo largo del territorio nacional durante la semana se efectuarán los actos y los mismos se combinarán con otros como la creación de las llamadas “alfombras” de aserrín, donde Comayagua y Tegucigalpa se disputan quienes son más creativos para prepararlas.
Comayagua fue la iniciadora de esta expresión artística religiosa y que ya tiene decenas de miles de fieles y turistas que se desplazan para observarlas.
Turistas y playas ![]() El gobierno ya activó el sistema de prevención y se espera que unas 19,000 personas se encarguen de auxiliar a los veraneantes a lo largo de sus desplazamientos. La cifra anterior no incluye a los militares y policías que ofrecerán la seguridad a los millones que se desplacen, así como los que se quedan en casa. Además de instalar retenes en las salidas, los funcionarios se encargan de vigilar a lo largo de las carreteras con el fin de auxiliar a los que se encuentren con dificultades. Los principales centros turísticos se encuentran preparados, ciudades como Tela, La Ceiba, Trujillo, Omoa y Puerto Cortés esperan a los cientos de miles de turistas a lo largo de nueve días. Mientras en el Golfo de Fonseca, San Lorenzo, Cedeño, Amapala y otros sitios también buscan atraer a miles de veraneantes, especialmente del sector centro. Solamente la empresa privada quedará con actividad el lunes y martes, pero la mayoría de sus trabajadores ya están pensando en la diversión. Durante casi 10 días el país entra en “pausa”, olvidando sus problemas de inseguridad, provocada por la violencia generada por el crimen organizado y las pandillas de maras y otros, desempleo y los enfrentamientos entre los políticos. |