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Comunidades en Morocelí se unen a la forestería comunitaria

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Tegucigalpa – Un creciente número de comunidades se unen a la forestería comunitaria en Honduras. Esta vez las comunidades de El Retiro, Buena Vista, Los Liquidambos, Los Posos y Hoya Grande en el Municipio de Morocelí, El Paraíso, firmaron un contrato de manejo forestal con el Instituto para la Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF).

Esta iniciativa está impulsada por el Programa Adaptación al Cambio Climático en el Sector Forestal (CLIFOR) del ICF y de la GIZ, financiado por la Unión Europea (UE) y el Gobierno Alemán (BMZ). El Programa CLIFOR tiene un fuerte enfoque a la forestería comunitaria, ya que se ha demostrado que el manejo del bosque resulta ser un buen negocio para los pobladores con la creación de puestos de trabajo temporal. Además, donde se aplica esta práctica, la tala ilegal de madera se reduce y los incendios forestales son casi nulos.

“No hemos podido proteger el bosque en nuestras comunidades, las fuentes de agua están secándose y anteriormente nadie nos ayudó. Tuvimos el temor que alguien podría sacar todos nuestros recursos forestales”, comenta Román Ponce, Presidente de la Cooperativa Agroforestal Cerro Guisisire Limitada y poblador de la localidad El Retiro.

Junto con las demás comunidades se maneja ahora en adelante casi 7,400.00 hectáreas de bosque estatal. “La forestería comunitaria prevé el aprovechamiento racional y sostenible de los recursos forestales. El Programa CLIFOR junto con el ICF dará el acompañamiento técnico a estas comunidades para que puedan sentir los beneficios directos que el bosque provee”, explica el Coordinador Nacional de CLIFOR, Roberto Guerra.

La Cooperativa Guisisire Limitada se dedica a la resinación y el aprovechamiento del bosque. Particularmente las mujeres y jóvenes, grupos que tradicionalmente han sido excluidos del mercado laboral rural, realizan las actividades en el campo que les traerán ingresos.

Y cada vez más personas en regiones rurales con potencial boscoso, se integran en cooperativas agroforestales en búsqueda de soluciones para proteger los recursos forestales y para la generación de empleo.

“Solamente la gente dentro de las comunidades pueden cuidar el bosque, nadie de afuera lo hace. Esa es la solución, tanto en los derechos como en los deberes como la protección, restauración y aprovechamiento del bosque”, expresa Sara Mejía, representante de La Federación Hondureña de Cooperativas Agroforestales (FEHCAFOR).

En los primeros meses del 2015, el Programa CLIFOR ha llevado 12,490.33 hectáreas bajo el régimen de la forestería comunitaria, beneficiando de esta manera no solamente a casi 200 socios de las cooperativas agroforestales, sino también más de 1,000 familias. Con todos los beneficios que conlleve esta actividad participativa, hay cada vez más comunidades interesadas en la forestería comunitaria.

“Como socia de la Cooperativa Agroforestal Cerro Guisisire, me siento feliz que el ICF y el Programa CLIFOR llegaron para fortalecernos, motivarnos y ayudarnos. Somos mujeres y hombres muy trabajadores con muchas ganas, mucha voluntad que antes no tuvimos el apoyo. Y ahora que lo tenemos vamos a aprovecharlo”, describe la maestra Jenny Gutierrez de la comunidad El Retiro sus sentimientos.

Honduras cuenta todavía con una alta tasa de deforestación y de tala ilegal de madera. Con el involucramiento de la población rural se puede frenar este flagelo. Y si algo no falta, es el interés, la motivación y el ánimo de los pobladores de proteger y aprovechar sus recursos forestales en una manera racional. Ellos, igual que la gente en las cinco comunidades del Municipio de Morocelí, saben que solamente unidos por el bosque se llegará a un desarrollo comunitario sostenible.        

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