Tegucigalpa – El político hondureño, Yani Rosenthal, quien guarda prisión en Estados Unidos por delitos relacionados al lavado de dinero, dijo este viernes que la decisión de la justicia hondureña de privar la mayoría de los bienes que le fueron confiscados a su familia, “es una larga cadena de mentiras e infamias”.
Este viernes la justicia hondureña determinó que la mayoría de los bienes asegurados a la familia Rosenthal -valoradas en aproximadamente 1 mil millones de dólares- pasan a disposición del Estado.
Luego de conocer la resolución de la jueza de Privación de Dominios, Yani Rosenthal emitió una nota oficial en la que rechaza el falló por considerarlo no apegado a derecho.
En cuanto a la confiscación de la vivienda de su madre, Miriam Hidalgo de Rosenthal, refirió que “la mayor muestra de mezquindad, avaricia y persecución política es el nuevo ataque contra la dignidad de una mujer como mi madre cuya calidad humana y proyección social es innegable y que sólo puede entenderse como una nueva afrenta a la memoria de mi padre al despojarla hasta del techo y los ladrillos que juntos levantaron hace tantas décadas”.
A continuación Proceso Digital difunde la nota emitida por Yani:
Hace unos momento he sido notificado por los canales legales que esta tarde se ha emitido una nueva resolución juridica que continúa con la larga cadena de mentiras e infamias de las que mi familia ha sido objeto. Sin embargo en momentos tan aciagos como estos es cuando más debemos voltear hacia Dios y agradecerle por las oportunidades y por la fortaleza que nos ha brindado, igualmente debo dar gracias a mi familia por la unión y esperanza demostrada, muy especialmente a mi esposa y a mis hijas quienes han tenido que aguantar y soportar tanto tan solo por ser mi más valorado tesoro, y a todos los amigos y tantos compatriotas que nos han expresado su solidaridad, gracias por nunca dejarnos solos. La mayor muestra de mezquindad, avaricia y persecución política es el nuevo ataque contra la dignidad de una mujer como mi madre cuya calidad humana y proyección social es innegable y que sólo puede entenderse como una nueva afrenta a la memoria de mi padre al despojarla hasta del techo y los ladrillos que juntos levantaron hace tantas décadas. Honduras nos ha brindado muchas oportunidades, y a esta noble tierra que mi familia me enseñó a amar no tenemos mejor manera de retribuirle que continuar con el compromiso de mi padre, Don Jaime Rosenthal, fomentando el trabajo y el desarrollo social y económico que nuestro país tanto anhela. A todos aquellos que están empeñados en impedirlo, quiero decirles, por Honduras, ya basta. Yani Rosenthal |
