San Antonio de Oriente (Honduras) – La Comisión Nacional del Bicentenario de la Independencia de Honduras le rindió este jueves un homenaje al prestigioso pintor primitivista hondureño José Antonio Velásquez (1906-1983), quien no sólo hizo trascender al mundo su arte, sino también a su país.
«Hoy estamos aquí en San Antonio de Oriente, mi pueblo natal, un pueblo querido, asistiendo a un evento al que la familia Velásquez fue invitada a participar dentro del marco de la celebración del Bicentenario», dijo a Efe Elia Ruth, una de los seis hijos que tuvo el pintor con su esposa, Raquel Maradiaga.
Agregó que la Comisión del Bicentenario «está haciendo este evento con el propósito de darle honor a hombres ilustres, entre ellos mi padre, José Antonio Velásquez», el hondureño que con su pincel «le dio renombre a nivel internacional a Honduras, principalmente a San Antonio de Oriente».
El homenaje a Velásquez fue auspiciado por la Comisión Nacional del Bicentenario, en coordinación con la Alcaldía de San Antonio de Oriente y la Universidad Agrícola Zamorano, institución que fue muy cercana al pintor y conserva varias de sus obras.
El presidente de la Comisión, Juan Ramón Martínez, resaltó la figura de Velásquez, quien nació en Caridad, departamento de Valle, en el sur de Honduras, de donde su hija recordó que cuando tenía unos 15 años, se trasladó a la zona norte del país a trabajar como obrero de la industria bananera, que estaba en auge.
El alcalde de San Antonio de Oriente, Manuel Maradiaga, también exaltó la obra del artista autodidacta, quien además hizo trascender al mundo a este pueblo pintándolo desde de todos los ángulos, con sus calles de piedra, casas de adobe con techos de tejas de barro, su gente, su iglesia blanca y la verde foresta de los alrededores.
En una conferencia sobre la vida y obra de José Antonio Velásquez, Daniela Navarrete, representante de la Universidad Agrícola Zamorano, conversó con los asistentes al evento en San Antonio de Oriente, situado 40 kilómetros al este de Tegucigalpa.
VELÁSQUEZ TAMBIÉN FUE BARBERO Y TELEGRAFISTA
Elia Ruth también recordó que, luego de un tiempo en el norte de Honduras, José Antonio se trasladó a Tegucigalpa, donde aprendió el oficio de telegrafista y después fue enviado a la oficina del Telégrafo de San Antonio de Oriente, donde desarrolló todo su potencial como pintor.
«Fue un exponente de la pintura primitivista, nadie le enseñó, eso es parte de la importancia que tiene su arte. Fue una habilidad que él fue mejorando día a día durante toda su vida, ese fue el trabajo de mi papá, trabajar, pintar, hacer lo más bonito que él pudiera para sacar a este pueblo del anonimato, como lo hizo con su arte», enfatizó Elia Ruth.
Agregó que su padre fue un hombre «muy humilde, generoso, íntegro, a carta cabal, que dio mucho a este pueblo, al que él llamó el pueblo de sus amores», porque «desde que vino se enamoró de su vegetación, su colorido y fue el escenario donde desarrolló su obra», y también conoció a su esposa, Raquel Maradiaga, en 1930.
En San Antonio de Oriente, Velásquez también se hizo barbero, oficio que llevó hasta la entonces conocida como Escuela Agrícola Panamericana, de Zamorano, unos 30 kilómetros al este de Tegucigalpa, donde también descubrieron a un artista que, en el siglo pasado, fue considerado como el mejor primitivista de América y quinto a nivel mundial.
Velásquez fue el barbero de centenares de estudiantes, nacionales y extranjeros, y personal docente de la Escuela Agrícola, uno de los mejores centros de su tipo en el continente.
UNA CASA MUSEO EN HONOR A VELÁSQUEZ
Para que las presentes y futuras generaciones conozcan quién fue José Antonio Velásquez, su familia lleva varios años trabajando en un proyecto para una casa museo, que estaría abierta al público en Tegucigalpa.
Al respecto, Elia Ruth indicó que el proyecto en parte no ha sido posible porque desde hace dos años presentaron «ante la Secretaría de Gobernación los estatutos para la Fundación José Antonio Velásquez, con el propósito único y exclusivamente para organizar el Museo Velásquez», pero «hasta ahora no hemos tenido respuesta».
Su hija considera que el Museo Velásquez «es necesario para que las nuevas generaciones conozcan el arte de José Antonio Velásquez, que merece que nunca se le olvide en este país», donde los gobiernos, no de ahora, han hecho muy poco por el arte y la cultura nacional.
El proyecto que impulsa la familia del pintor hondureño se denomina «Tras la huella del pintor Velásquez», quien fue tan querido en San Antonio de Oriente, que lo eligieron alcalde durante tres períodos.
JS