«La comisión considera que es necesario crear un cuerpo elite de investigadores para reforzar la investigación criminal en el país», dijo en rueda de prensa Víctor Meza, presidente pro témpore de la comisión especial.
Meza indicó que la nueva fuerza policial funcionaría bajo un «régimen especial de reclutamiento, de selección y de entrenamiento riguroso» y se convertiría en «una especie de embrión de punto de partida de lo que queremos que sea la policía en el futuro».
La comisión fue creada por el presidente hondureño, Porfirio Lobo, en marzo pasado, y está integrada por el secretario de Seguridad de la Organización de Estados Americanos (OEA), Adam Blackwell, el ex carabinero de Chile Aquiles Blu y los hondureños Matías Funes, Omar Casco y Víctor Meza.
Agregó que reformar el sistema penitenciario, preparar un estatuto legal para el sistema nacional de inteligencia y reforzar la investigación criminal, son los principales temas en agenda de la comisión.
«El objetivo es transformar el sistema de seguridad de Honduras para que recupere la credibilidad pérdida, adquiera la eficacia necesaria y trabaje con la transparencia requerida», subrayó Meza.
El presidente del Parlamento hondureño, Juan Orlando Hernández, por su parte, dijo, sin precisar fecha, que en los próximos días los diputados debatirán la iniciativa de crear una nueva fuerza policial.
«Este nuevo ente nos va a dar la confianza que tuvo que haber existido en la Policía actual y estamos seguros que va a servir como un espejo en el que se va a ver la Policía», indicó Hernández.
La comisión especial, instalada el día 1, se encargará de acometer una reforma integral de la seguridad pública, incluida la depuración de la Policía, que desde hace muchos años ha sido salpicada por denuncias sobre la participación de agentes y oficiales en secuestros, extorsión, narcotráfico, robo de vehículos y crímenes, entre otros delitos.
En los últimos trece años, la propia Policía ha sido objeto de más de 5,500 denuncias en contra de sus agentes y oficiales involucrados en delitos como homicidios, narcotráfico, extorsión y secuestros.
En 2011, Honduras registró una tasa de 86.5 homicidios por cada 100,000 habitantes, muy por encima de la media de 20 de Latinoamérica y del 8.8 del mundo, según el estatal Comisionado de los Derechos Humanos.