– Se espera que junto al informe final la CVR presente todos los soportes e informes técnicos que respaldarán su postura y conclusiones finales a fin de permitir que la ciudadanía se forme sus propios criterios.
Un análisis jurídico elaborado por expertos internacionales y locales sobre las debilidades de la Constitución hondureña y la responsabilidad compartida que tuvieron tanto Zelaya como quienes le destituyeron, deteriorando ambos la fragilidad institucional, ha desatado las primeras reacciones virulentas de los grupos radicales del país.
El documento elaborado por expertos de la prestigiada universidad estadounidense de Harvard y de un bufete local hondureño, contratados como consultores por la CVR a fin de obtener un criterio jurídico más independiente acerca de las fortalezas y debilidades de la legislación nacional, la Constitución y los órganos de justicia, empieza a ser tomado como el “documento final”, sin conocer que al menos 15 son las líneas investigativas que han trabajado los miembros de la Comisión de la Verdad antes de dar a conocer su postura final.
Al momento de presentar su informe final, también se espera que la Comisión de la Verdad, presente todos los informes técnicos y análisis elaborados por expertos, tal y como el que ya trascendió en el tema constitucional y que deberán reflejar la materia prima en la que se estima, basarán sus conclusiones finales. El conocimiento público de los informes será, sin duda, un bastión de la transparencia en la gestión de la CVR.
A ello se suman las más de mil reuniones sostenidas en casi todo el territorio nacional, que junto a los informes, los testimonios, las entrevistas y la documentación recolectada, permitirán que Honduras cuente con una especie de memoria histórica acerca de lo sucedido antes, durante y posterior al 28 de junio de 2009.
Reaccionan los zelayistas “Es un informe gallo-gallina, que lleva a responsabilizar a (Manuel) Zelaya Rosales del rompimiento del orden constitucional, ¿se imagina? Es una locura!”, reacciona el dirigente campesino, Rafael Alegría, del Frente Nacional de Resistencia Popular, que coordina el ex presidente Zelaya. “Está plegado de ambigüedades, no se refieren a los temas de violaciones a los derechos humanos, lo único que uno deduce de esa especie de apócrifo, porque no puede ser otra cosa, es que sí hubo un rompimiento del orden constitucional, aunque no lo dejan claro”, sostuvo Alegría en declaraciones a medios de prensa afines a Manuel Zelaya. La CVR, dijo, “es una comisión sesgada, integrada bajo el interés del régimen golpista de la oligarquía, nosotros nunca creímos en esa Comisión porque está parcializada”, arremetió. Sin distinguir lo que es una cita bibliográfica ni la referencia documental, los críticos a ese primer insumo jurídico que servirá de base a la CVR, evidenciaban su “indignación” porque se citaban artículos de la prensa escrita nacional. Los críticos evidencian en sus posiciones la falta de lectura al documento. Por su parte, los integrantes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación han revelado que hasta la próxima semana el informe final—de más de 600 páginas—será enviado a la imprenta y que preparan una serie de estrategias para ser socializado y conocido por toda la sociedad hondureña. En esas 600 páginas se condensan cientos de hojas que siguieron la línea metodológica trazada por los integrantes de la CVR. Estas líneas de investigación incluyen desde un análisis histórico y contextual del país; de la situación de derechos humanos, violaciones e institucionalidad; el ejército y la policía, el proceso electoral político de 2009, los niveles de cultura política y ciudadana; el tema de la corrupción y la gestión pública, el rol y posicionamiento de los medios de comunicación y las iglesias, análisis de la Constitución (el primero que ha salido); la institucionalidad hondureña y los procesos de crisis, entre otros. Son más de mil páginas las que han sido elaboradas como insumos al informe final, sin incluir las entrevistas y testimonios, entre otros recursos propios para una investigación que reúna los requisitos teóricos del caso, sostienen los Comisionados, en su mayoría expertos académicos con una amplia trayectoria ética y profesional. En un principio, el coordinador de la CVR, el doctor Eduardo Stein, de origen guatemalteco, planteó que sin duda el informe final de la CVR no gustaría a las partes implicadas en la disputa política que estalló en la crisis de 2009, y que ello podría ser un buen indicativo del contraste y equilibrio que se buscó en el trabajo. Sólo en el papel que durante la crisis jugaron los medios de comunicación se obtuvo un documento de casi 200 páginas.
La posición Jesuita En una posición editorial difundida esta semana por la Comunidad de los Jesuitas, de la iglesia católica en el país, afincada en la norteña ciudad de El Progreso, se lanzan los primeros dardos al hígado de la CVR. “Cuando todo el mundo empieza a impacientarse o ver con escepticismo el tan anunciado Informe de la Comisión de la Verdad, uno de los periódicos nacionales no ha entregado un anticipo al hacer público el Informe Jurídico a la Comisión de la Verdad”. Es probable que nos estén preparando a una especie de “terapia nacional” donde se hablará mucho pero se dirá poco, sostiene el comunicado jesuita. Luego prosigue: “Es decir, si el titular del periódico anuncia que “en ambos lado hubo ilegalidades”, está tratando de decirnos algo que sabíamos desde el comienzo: el partido terminaría en empate, sin prórrogas, tiempo añadido o penales. Con lo cual se justificarían los hechos por ambas partes y como se repite hasta la saciedad, inclusive por el pastor Evelio Reyes, lo que toca es “dar la vuelta a la página”. Bajo ese tono cuestionan el primer documento elaborado por expertos juristas para la CVR, para concluir con que “este informe no es más que un reflejo de lo que sucede en nuestro país con numerosas investigaciones, análisis, evaluaciones, diagnósticos y planificaciones estratégicas: “se dice lo que quiere oír quien paga la fiesta”. Son muy caras, se hacen públicas con mucho retraso, sirven para enriquecer a una élite de expertos, es insignificante lo que aportan, no hacen avanzar la vida democrática del país y, mucho menos, proporcionar a las víctimas de los golpes de Estado instrumentos con los cuales ayudarse en los tiempos de crisis. ¿Somos escépticos? ¡Ojalá nos equivoquemos y que la Comisión de la Verdad nos entregue algo que nos llene de esperanza en los próximos días!”, sostiene el documento de los jesuitas luego de cuestionar acremente el informe elaborado por expertos de la Escuela de Leyes de Harvard. Los integrantes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación son conscientes de que vendrán “críticas peores”, pero su propósito es contribuir a sentar líneas que permitan avanzar hacia una construcción de país y no a su destrucción, dijo a Proceso Digital uno de sus integrantes. No obstante, todo indica que el clima de tensión y bombardeo podría agudizarse a medida que se acerque la presentación del Informe que perfila no ser del agrado de los grupos radicales de extrema izquierda y de derecha.
