El titular de Industria y Comercio ofreció estos datos al pronunciar ante la Cámara Americana de Comercio en Santo Domingo una conferencia sobre los resultados y perspectivas del tratado un año después de su entrada en vigor en República Dominicana.
En cuanto al intercambio comercial de los países signatarios del DR-CAFTA hacia EE.UU., mantuvo un crecimiento sostenido en 2004 y 2005, con una balanza positiva que osciló entre el 10,9 y el 6,6 por ciento, mientras que en 2006 y 2007 el saldo presentó resultados negativos del 5,6 y del 19,5 por ciento.
En esos dos años, excepto Nicaragua, «todos los países del tratado disminuyeron considerablemente el valor de sus exportaciones hacia el mercado de EE.UU.», explicó, y atribuyó esta caída al impacto de las importaciones desde China y a la eliminación de las cuotas textiles hacia esa nación, tal como señalan los organismos internacionales.
Entre 2005 y 2007, la participación relativa de las importaciones de bienes desde EE.UU. se ha mantenido igual para Costa Rica, El Salvador y Guatemala, mientras que Nicaragua y República Dominicana registraron aumentos mínimos y Honduras redujo de forma continua.
Por otra parte, acerca de las perspectivas de cara al segundo año de vigencia del tratado en República Dominicana, Paredes estimó que «existen razones para ser cautelosamente optimistas» en cuanto a la posibilidad de que «llene las expectativas de crecimiento económico y mejoría del nivel de vida de la población dominicana».
En su opinión, la importancia del DR-CAFTA para el país radica en que fortalece los cuatro pilares determinantes del crecimiento económico, ya que fomenta la competencia interna y mejora la calidad de las instituciones que aseguran el desarrollo eficiente de la actividad económica.
Además, señaló que promueve el fortalecimiento jurídico que conlleva a formar parte de una economía global y genera una apertura comercial que permite acceder a mercados de mayor poder adquisitivo, capital foráneo, tecnología punta y transferencia de conocimientos.