Tegucigalpa – Luego que el presidente hondureño Juan Orlando Hernández anunciará un plan, que deberá ser aprobado por sus homólogos de Guatemala y El Salvador, para unir esfuerzos contra la violencia, un crimen trasnacional ejercido, sobre todo, por las pandillas y el narcotráfico, distintos sectores valoran las acciones en ese sentido.
Para este viernes el gobernante Hernández tiene prevista una reunión con su homólogo guatemalteco, Jimmy Morales, para pedirle que aúnen sacrificios y trabajos contra ese problema regional.
La visita durará un día y tiene como fin, de acuerdo al propio Hernández, tratar con Guatemala, y próximamente también con El Salvador, una fuerza trinacional para combatir las pandillas que operan en los tres países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica.
Actualmente existe la Iniciativa Regional de Seguridad para América Central (CARSI), que responde a amenazas, aprovecha estrategias y programas existentes que los países de América Central aplican por su cuenta y cooperando con otros.
CARSI coordina países con instituciones financieras internacionales, el sector privado, la sociedad civil y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA). Es un enfoque coordinado que aprovecha la experiencia y esfuerzos de donantes con similares puntos de vista que apoyan los objetivos de seguridad ciudadana.
También se suma el Plan Alianza para la Prosperidad, financiado por Estados Unidos y que tiene que ver específicamente con el problema migratorio que aqueja al Triángulo Norte de CA, así como a Nicaragua. El plan ya dispone de 750 millones de dólares para ser usados en programas que desmotiven la migración irregular, además generará programas de empleos y otros que satisfagan a las poblaciones de estos países de Centroamérica.
Crear un cerco regional
El general Luis Alonso Maldonado Galeas calificó de “atinente” la decisión de unificar esfuerzo para combatir las pandillas en el Triángulo Norte de Centroamérica (TNCA).
Mencionó que la iniciativa CARSI -financiada por Estados Unidos-, así como el Plan de Alianza Para la Prosperidad, que maneja un componente de prevención de la violencia y ahora la propuesta del presidente Juan Orlando Hernández, de enfrentar el flagelo de las pandillas en forma regional “completan un mismo esfuerzo en el tema de seguridad”.
“Este permite crear una especie de cerco regional porque lo que dispara la inseguridad en los tres países -El Salvador, Honduras y Guatemala- es la facilidad de circulación que tienen las pandillas en el área. Veo muy bien la iniciativa, pero todo dependerá de los países involucrados y la articulación que pongan en vigencia y la capacidad de coordinación tanto interagencial desde el punto de vista de la seguridad como desde el plano político”, arguyó.
Maldonado Galeas reflexionó que como esta lucha antipandillas es regional, para problemas específicos de cada uno de los tres países, no entra mucho en los intereses de Estados Unidos y otros foráneos como la Unión Europea.
“Yo veo todo esto como un intercambio de capacidades que cada país tiene, si se logran articular estas destrezas se pueden lograr objetivos concretos, pero cualquier fondo que se destine, en las áreas que veo se requiere funcionalidad es inteligencia y operaciones”, asistió.
El analista en temas de seguridad, reconoció que las pandillas en El Salvador tienen ventaja de operatividad en comparación con Honduras y Guatemala. Estos grupos en El Salvador tienen mayores recursos para operar sus acciones delictivas y ejercer control territorial; Honduras le sigue y finalmente Guatemala, puntualizó Maldonado Galeas.
Pandillas exorbitan límites fronterizos
Para el exfiscal general de la República, Edmundo Orellana Mercado, citó que el problema de las pandillas, al igual que el narcotráfico y el crimen organizado en general, es un fenómeno transnacional, que no se limita a las fronteras de cada nación.
Las operaciones de las pandillas exorbitan los límites fronterizos, dijo Orellana, para luego agregar que solo se lograrán resultados efectivos si los países que tienen más expresiones de ese tipo, en este caso el Triángulo Norte de Centroamérica, luchan en forma mancomunada.
“Para luchar contra el crimen organizado se necesitan fondos, recordemos que el crimen organizado dispone de millonarias cantidades de dinero, por lo tanto la única manera es obtener cantidades cuantiosas para poder enfrentarlos. No podemos desconocer que Estados Unidos es en algún modo el único que puede efectivamente contribuir”, apostilló.
El también exministro de Defensa de Honduras, citó que la legislación actual para contrarrestar a las organizaciones de pandillas “es abundante y pertinente”, pero que los esfuerzos de los operadores de justicia no van a la par, “no hay investigación profesional, apenas se está formando con la ATIC, tampoco tenemos profesionalismo en el Ministerio Público y menos en el Poder Judicial”.
Ataque frontal del delito disuade al criminal
Para el criminólogo Gonzalo Sánchez “es fundamental” combatir a las pandillas en forma mancomunada y citó que las órdenes de captura regional ayudarán a sacar de circulación a los cabecillas de estos grupos.
“Valoramos el esfuerzo para que las policías centroamericanas logren desarticular estos grupos en una forma más unificada. Solo unidos podemos acorralar a estas organizaciones”, manifestó.
Sánchez remarcó que “el ataque frontal del delito disuade al criminal, lo mismo que la persecución. Recordemos que en el gobierno de Ricardo Maduro (2002-2006) se pusieron en práctica los madrugones y los barrios y colonias quedaron limpios de pandilleros, pero luego llegó Manuel Zelaya y puso a un señor en la Secretaría de Seguridad y él dijo que conversaría con las maras y estos grupos volvieron a sus operaciones”.
Finalizó que “al existir una persecución a nivel del Triángulo Norte no tendrán estos grupos irregulares para dónde agarrar, solo les quedará irse para México o EEUU, en lo personal la iniciativa me parece muy buena”.
Ayudará a detener el impulso de pandilleros
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Luis Osavas Olivera, refirió que es beneficioso que las policías del Triángulo Norte concatenen esfuerzos para detener el impulso de las pandillas.
Indicó que cuando se detiene a un pandillero se sobreentiende que estos tienen en su haber la comisión de diversos delitos y mencionó el caso de varios salvadoreños detenidos en los últimos meses, los que han sido entregados a las autoridades de su país.
Sin embargo, reconoció que al existir órdenes de capturas regionales el proceso ayuda a enfrentar de forma más sofisticada a estas organizaciones criminales.
“El tema de las pandillas es un problema muy arraigado en el Triángulo Norte, me parece que los esfuerzo para combatirlos bajo esa modalidad puede darnos resultados importantes porque la cultura en la pandilla se ha ido modificando en el sentido que han mutado en sus operaciones. Creemos que se facilitará el proceso para enjuiciar estos grupos delictivos”, finalizó.
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