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Colaboración de Colombia y EEUU vital en golpes al narcotráfico en Honduras

Tegucigalpa – Este año se han registrado decomisos históricos en cuanto al tránsito de drogas que circula por jurisdicción hondureña, curiosamente, todos estos hechos han ocurrido en altamar, reflejando la notoriedad de la mutación de los carteles en el tráfico de cocaína, y a la par el intercambio de información con países amigos.

No es nuevo el transporte de drogas por altamar, lo que llama mucho la atención es la efectividad de las fuerzas de seguridad de Honduras en los decomisos de grandes cargamentos de droga a bordo de embarcaciones.

En años anteriores, se ha informado de incautaciones de cargamentos de coca en lanchas rápidas, embarcaciones de medio tamaño, e incluso semi sumergibles, pero los decomisos no han provocado sobresaltos por la cantidad requerida.

Datos que valen

El 13 de julio de 2011, autoridades hondureñas encontraron 6.6 toneladas de cocaína escondidas en un narco submarino en aguas del Mar Caribe.

En 2011, se localizó e incautó un narcosubmarino en las guas del Caribe hondureño en posesión de 6.6 toneladas de coca.

Incluso, por aquellos años, se reveló que a mediados de julio de 2010, época en que se realizó el Mundial de Fútbol en Sudáfrica, dos capos hondureños, Arnulfo Fagot Máximo y Arnulfo Valle, estructuraban detalles para recibir en la selvática Mosquitia un submarino con siete mil kilos de cocaína.

Esto fue revelado en una de las comparecencias que hizo el miembro del clan Valle Valle ante un juez estadounidense, en la que Arnulfo confesó que “El Tío”, como era conocido Arnulfo Fagot, adelantó su regreso a Honduras debido a que fue notificado del envío del submarino que iba a ser utilizado para el transporte de grandes cantidades de droga.

Principalmente, se ha detectado el transporte de droga en el Mar Caribe, debido a que procede de Colombia, pasa por Panamá, Costa Rica, el sector de La Mosquitia, aprovechando su difícil acceso, llegando a Guatemala, México y el destino final Estados Unidos.

Los expertos y autoridades de las fuerzas del orden siempre han manifestado que las estructuras criminales mutan cuando ven resultados exitosos en operaciones de seguridad y tienen que modificar su modus operandi para seguir realizando sus actividades ilícitas.

Lo mismo aplica para los carteles del narcotráfico, que utilizan las vías aéreas, marítimas y terrestres para el envío de droga, utilizando el que más le convenga para llevar la droga a EEUU, el principal mercado de los estupefacientes.

En cuanto al transporte por vía terrestre, es de conocimiento que sucede porque ha evolucionado al cultivo de coca y la edificación de narcolaboratorios en zonas montañosas y agrestes de Honduras.

Pero en cuanto al transporte por la vía aérea, apenas se ha registrado la inhabilitación de una que otra narcopista, con nula inmovilización de narcoavionetas en el presente año.

Este año no se ha reportado inhabilitación de narcopista.

Durante la presente administración lo que sí es un hecho es la casi nula inhabilitación de narcopistas en la zona de La Mosquitia y mucho menos el derribamiento de avionetas. Hubo años que se destruían más de medio centenar de pistas clandestinas de aterrizaje y más de una decena de vuelos sospechosos de aeronaves con drogas.

Sin embargo, en el presente año, se ha visto una efectividad en las operaciones marítimas contra el narcotráfico al hacer fuertes incautaciones de droga.

Se han registrado cuatro importantes operaciones de incautaciones de más de una tonelada en embarcaciones en el Caribe hondureño, todas realizadas por la Fuerza Naval de Honduras (FNH).

La primera sucedió el 24 de marzo en la que se decomisó 1.3 toneladas de coca, es decir mil 350 kilos, en un sector conocido como arrecife Media Luna jurisdicción del departamento de Islas de la Bahía, zona insular de Honduras.

El 9 de mayo se incautó 2.7 toneladas de coca en altamar.

Posteriormente, el 9 de mayo, se informó del hallazgo de 2.7 toneladas de coca, dos mil 787 kilos, en altamar. Hasta ese momento el golpe más importante a la narcoactividad.

En tanto, el 15 de julio, se capturó en altamar a tres ciudadanos colombianos en posesión de 500 kilos de cocaína con un valor estimado en 150 millones de lempiras.

La cuarta operación de decomiso sucedió el 28 de julio, en el Mar Caribe, se encontraron 4.1 toneladas de coca en una lancha rápida y que estaba valorada en más de 49 millones de dólares (1 mil 200 millones de lempiras). En esta operación, se capturaron a cinco ciudadanos: tres colombianos y dos hondureños.

Este año se hizo el golpe más significativo en cuanto al decomiso de coca tras incautare 4.1 toneladas en altamar.

Esa operación de finales de julio significó hasta ahora el golpe más significativo en cuanto al decomiso de cocaína en la historia de este país centroamericano.

Fuertes golpes a los cultivos ocasionaron que volvieran a las lanchas

A criterio del abogado y analista en temas de seguridad, Germán Licona, que los carteles ahora prefieran el trasiego marítimo es porque han sufrido fuertes golpes con la inhabilitación de cultivos y narcolaboratorios en el país.

“Este gobierno ha neutralizado los sembradíos de coca en lugares inhóspitos, se ha vuelto un obstáculo para los cárteles que la traían o la cultivaban, ahora están volviendo a utilizar la vía marítima”, reflexionó en conversación con Proceso Digital.

El abogado y experto en temas de seguridad, Germán Licona.

Agregó que Honduras no está siendo atractivo para el cultivo de coca porque están detectando los narcolaboratorios y los sembradillos. Una investigación de PD da cuenta que los carteles mezclaban las cargas con cocaína producida en Honduras con algunos cargamentos que llegaban desde Sudamérica.

No obstante, Licona recordó que los narcotraficantes habían incurrido al método de trasiego marítimo en el gobierno de Manuel Zelaya Rosales (2006-junio de 2009), simultáneamente cuando se empezó a detectar las primeras narcoavionetas.

Sin embargo, señaló que el narcotráfico evolucionó del trasiego marítimo y aéreo al sembradío de coca en un período de 10 años.

Licona indicó que el gobierno, mediante las Fuerzas Armadas, ha provocado fuertes golpes al destruir cultivos de coca, forzando a los cárteles a volver al transporte por lancha, pero destacó que la respuesta de las fuerzas del orden ha sido positiva al incautar fuertes cantidades.

Incluso, no descartó que vuelvan a utilizar las narcoavionetas ante los golpes que han sufrido vía terrestre y marítima.

El profesional del derecho expuso que las fuerzas del orden ya han inhabilitado en el pasado las narcopistas para que las estructuras de narcotráfico mutaron a otros métodos.

Flujo constante de la droga

El general en condición de retiro, Luis Maldonado Galeas, manifestó a Proceso Digital que el motivo por el que se ha mutado el tráfico de droga a la vía marítima es porque hay un flujo constante de esta actividad ilícita y que la misma tiene mayor efectividad.

Dejó entrever que pese a los fuertes decomisos de cocaína en altamar, no cabe duda que otra buena cantidad logra “coronar” su objetivo de pasar al norte del continente.

El general en condición de retiro, Luis Maldonado Galeas.

“El flujo de la droga es constante, los carteles analizan los espacios que van a utilizar para traficar la droga”, meditó el general en condición de retiro.

Pese a que las fuerzas del orden están dando golpes efectivos, no descartó que los cárteles dejen de utilizar otras vías y rutas (Océano Pacífico, o de forma terrestre y aérea) para el trasiego de las drogas.

Maldonado Galeas exhortó a las fuerzas del orden a que no descuiden los espacios terrestres, especialmente las fronteras con Nicaragua y El Salvador, el espacio marítimo en el Golfo de Fonseca y la frontera marítima con Belice.

Están conectadas las rutas que proceden desde Colombia para conectarse con la costa pacífica de México o llegar a Estados Unidos, a través de California, señaló.

Los intereses de los cárteles de la droga para entregar de manera oportuna exigen que los escudos estén activos y que las fuerzas del orden no se descuiden en sus labores.

Advirtió que el envío de droga por el Mar Caribe puede ser una estrategia de los cárteles para distraer a las fuerzas del orden hondureñas para traficarla por otro lugar y modalidad.

“Ninguna de las vías están descartadas y no se trata que las estructuras no consideran las avionetas, incluso el transporte es más rápido por los compromisos de que la entrega sea expedita”, sentenció.

Así, Honduras suma este 2024 el decomiso de más de 11 toneladas de cocaína, con más del 90 % en alta mar, lo que evidencia un cambio en la estrategia de la narcoactividad para el trasiego de drogas por suelo y áreas marítimas con jurisdicción nacional. PD

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