Tegucigalpa– El coordinador de política criminal del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), César Espinal, alertó que continúa la opacidad en el manejo de los millonarios recursos provenientes de la Tasa de Seguridad, a la que calificó como la “tasa negra del poder”, al no existir una rendición de cuentas clara sobre su recaudación y destino.
Espinal, a través del Observatorio de Política Criminal del CNA, señaló que lo que se publica en el portal de transparencia son apenas “detalles generales” sobre ingresos y distribución, sin información respaldada sobre cómo se utilizan los fondos que administra la famosa cuenta 449, bajo la responsabilidad de instituciones como la Secretaría de Seguridad y la Secretaría de Defensa.
“En el pasado, esta tasa fue utilizada para drenar fondos bajo el concepto de supuesta seguridad ciudadana, pero en realidad se destinaron a fines totalmente distintos. Hablamos de corrupción al más alto nivel”, afirmó.
El fideicomiso se liquidó, pero la recaudación sigue creciendo
El especialista recordó que una de las promesas del actual gobierno fue la eliminación del fideicomiso de la Tasa de Seguridad, el cual está en proceso de liquidación. Sin embargo, los ingresos por este mecanismo continúan aumentando de manera progresiva.
De acuerdo con cifras analizadas por el CNA, entre 2018 y 2021 se recaudaron 11,066 millones de lempiras, mientras que en el período de 2022 a 2025 ya se han captado 16,133 millones de lempiras. Solo entre enero y julio de 2025, los ingresos superaron los 3,000 millones, y se proyecta que al cierre del año la recaudación podría rondar entre 4,500 y 5,000 millones de lempiras.
Fondos “fantasma” y partida confidencial
Espinal sostuvo que la Partida 449, bajo la administración del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS), se ha convertido en un mecanismo para mezclar grandes cantidades de dinero sin una liquidación específica, lo que hace prácticamente imposible conocer el destino real de los recursos.
“Estos fondos son lo que denominamos ‘fondos fantasmas’, porque nadie sabe a dónde van ni en qué se utilizan; simplemente desaparecen en la ejecución gubernamental”, denunció.
Urgencia de rendición de cuentas
Aunque existen compromisos financieros que deben cumplirse, como el pago de préstamos a la banca nacional y proveedores —calculados en alrededor de 2,000 millones de lempiras—, Espinal insistió en que la Tasa de Seguridad debería ser eliminada al no demostrar resultados eficaces y al mantener un esquema de opacidad que se repite de gobierno en gobierno.
“El flujo de ingresos sigue en aumento, y si no hay una fiscalización efectiva, lo que se consolida es un sistema de poder que utiliza miles de millones de lempiras sin control ni rendición de cuentas”, advirtió.
El CNA reiteró su llamado a la ciudadanía y a los entes de control para exigir transparencia inmediata sobre los más de 16,000 millones de lempiras recaudados desde 2022 de la Tasa de Seguridad.
La Tasa de Seguridad Poblacional se suma a la lista de mecanismos estatales que, bajo la justificación de atender necesidades urgentes, terminaron convertidos en cajas negras de dinero público, refiere el CNA.LB