Valladolid (España) – La 58ª edición de la Feria del Libro de Valladolid (centro de España) homenajeó este domingo a Mario Vargas Llosa con una conversación a cuatro voces en la que se destacó su lado más humano, su pasión por la vida, sus visiones políticas o su admiración hacia Gabriel García Márquez ‘Gabo’.
En la mesa ‘Evocación de Mario Vargas Llosa (1936-2025)’, celebrada en el marco de la feria, participaron el periodista español y editor de algunas de sus obras Juan Cruz, el ensayista colombiano Carlos Granés, el escritor peruano Santiago Roncagliolo y la poetisa española y profesora de Literatura Hispanoamericana María Ángeles Pérez.
Roncagliolo se proclamó “huérfano” tras el fallecimiento de Vargas Llosa y destacó que “siempre fue muy cercano y trató a los escritores como iguales”, al tiempo que valoró que, pese a las discrepancias, “siempre se podía hablar con él”.
El peruano remarcó «el titánico volumen de trabajo que (Vargas Lloca) consideraba habitual, lo que incluía la escritura y la participación pública» porque, en su opinión, «temía convertirse en una estatua», por lo que su actividad se desplegó aún más cuando ganó el Nobel de Literatura.
Destacó del autor de ‘La fiesta del Chivo’ y ‘La ciudad y los perros’ que era inspiradora «su capacidad de hacer de su vida la de un personaje de novela, con aventuras hasta el final».
Sin embargo, ve un «carácter quijotesco» en su fallecimiento ya que, como el personaje de Cervantes, volvió a su hogar «a apagarse», a «su barrio de toda la vida» en el distrito limeño de Barranco.
Una vida de compromiso
El colombiano Granés destacó la «contradicción humana» como tema central de Vargas Llosa, una frustración fruto de sentir que «el Edén está a la vuelta de la esquina», pero las personas «están llena de flaquezas y debilidades», una experiencia que sirve de detonante de la ficción.
Por su parte, Juan Cruz destacó que el Nobel de Literatura hispanoperuano era «una de las personas que mejor habló con otros» y lo calificó como «una de las más potentes voces del siglo XX, no solo de la lengua española».
Cruz lamentó que su apoyo a algunos sectores de la derecha le haya señalado ante la opinión pública y valoró su compromiso político ante lo que «le desagradaba», como en su obra ‘Israel/Palestina: paz o guerra santa’ (2010), «un pequeño talismán» donde denunciaba la ocupación israelí de los territorios palestinos.
También hizo referencia a la relación entre Vargas Llosa y el colombiano Gabriel García Márquez, rota tras una pelea en 1976, pese a lo cual siempre estuvieron unidos por una «admiración mutua extraordinaria».
«Todo lo que Mario y ‘Gabo’ hicieron en torno a la literatura nunca fue manchado por ningún hecho», como quedó plasmado en el libro de Vargas Llosa sobre ‘Cien años de soledad’, destacó Cruz. EFE