Según un estudio sobre el Balance Legislativo el año anterior, cada sesión de la legislatura del 2008 le costó aproximadamente al pueblo hondureño un millón de lempiras, incluyendo salarios, pago de bonificaciones, dietas, pago de personal de secretaría, sonido y asistentes de cámara, entre otros.
Hay diputados, dice el estudio, que reciben un salario mayor a los 60,000 lempiras mensuales, y que en el caso de los suplentes incorporados hay quienes ganan 20,000 lempiras mensuales más 4,000 lempiras de dietas, y otros, dependiendo de su cercanía con el presidente de la Cámara legislativa, reciben 35,000 lempiras al mes más la dieta.
En el mismo período, el Congreso Nacional realizó 90 sesiones, lo que significó un poco más de tres horas por día de sesión, los martes, miércoles y jueves de cada semana durante ocho meses y medio.
El informe afirma que en promedio asisten 82 diputados por sesión, y que solo en la sesión del 12 de agosto en la que se nombró una comisión especial para investigar los hechos violentos suscitados por una disputa de tierras en el departamento de Colón, asistieron los 128 congresistas.
“Ese tiempo no incidió en el avance de una agenda que viene rezagada desde hace más de 10 años”, dijo el informe, que cita que entre las leyes “engavetadas” , la ley general de minería, la ley de paternidad responsable, la ley penitenciaria, la ley del consejo de la judicatura y de la carrera judicial.
En 2008, los diputados hondureños aprobaron 186 proyectos, en su mayoría orientados a “asuntos generales como reconocimientos a deportistas, artistas, embajadores de países amigos y el otorgamiento de pensiones vitalicias, entre otras”, dice el documento entregado a la prensa.
Resaltan que de los 186 proyectos aprobados, 107 fueron 107 fueron promovidos desde el poder ejecutivo, 78 desde el mismo legislativo y uno desde el Tribunal Supremo Electoral.
Los 186 decretos aprobados, agregan, representan el 40,79 por ciento de los 456 proyectos que se presentaron a lo largo del año. Los proyectos que no fueron sometidos a discusión fueron iniciativas orientadas al sector social, especialmente a la creación de programas orientados a la prevención y atención de la niñez, mujer y familia.
La investigación señala que los diputados del partido en el poder son los que introducen mayor número de iniciativas porque tienen más posibilidades de que se les aprueben.
Sin embargo, aclaran, no todos tienen la suerte de que sus iniciativas sean tomadas en cuenta.
Son los más allegados a la presidencial del Congreso Nacional los más “favorecidos”.
Citan el caso del diputado Marco Antonio Andino, a quien presentó 26 iniciativas, de las que le aprobaron 8. “Un porcentaje importante tomando en cuenta que un 60 por ciento de los proyectos de los diputados y diputadas quedan en el olvido”.
DECRETOS SIN SANCIÓN
El informe resalta que las pugnas entre los titulares del poder Ejecutivo y Legislativo a lo largo de la legislatura del año 2007, “se reflejó con los más de 25 proyectos sin sanción que mantuvo el mandatario (Manuel Zelaya) por al menos 8 meses.
SUBSIDIOS
En el 2008, los diputados manejaron 147 millones de lempiras en subsidios, lo que equivale a un 37 por ciento del presupuesto asignado a ese poder del estado.
Del total, 126 millones se entregaron entre los diputados propietarios y suplentes incorporados, y 21 millones corresponden a un fondo que maneja exclusivamente el presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti Bain.
50 millones fueron manejados por los diputados del Partido liberal, 20 millones por los del partido Nacional, cuatro millones por la Democracia Cristiana, dos millones por los del PINU-SD y un millón por los del Partido Unificación Democrática.
Citando a diputados, el informe dice que los subsidios son manejados exclusivamente por el presidente del Congreso Nacional, quien decide a quien darle o a quien no darle el beneficio.
Los diputados manejaron en el periodo 400 millones de lempiras que asignó el Poder Ejecutivo para el Fondo Social de Planificación Departamental.
Revelan que “a la fecha se desconoce a que tipo de obras se destinaron estos fondos, ya que ni el Congreso nacional ni la secretaría de Finanzas hacen pública dicha información.
NO HAY TRANSPARENCIA NI RENDICION DE CUENTAS
El informe dice que los diputados, incluyendo en la lista a quienes han sido beneficiados con los subsidios, confirmaron que las partidas son “muy confidenciales”, razón por la cual ni ellos mismos saben a ciencia cierta cuantos recursos se manejan bajo ese renglón.
“Los mismos parlamentarios aceptan que de parte de las autoridades del Congreso Nacional no se implementa ningún mecanismo que garantice que realmente los diputados invierten esos fondos en los proyectos para los cuales se han destinado”.