Tegucigalpa – El presidente de la Fundación para el Niño Quemado (Fundaniquem), Omar Mejía informó que en las últimas horas ingresaron cinco menores producto de quemaduras ya sea por manipular pólvora o por agua caliente.
El galeno lamentó que de los cinco ingresos, dos son por manipular productos elaborados a base de pólvora: uno desde Opalaca -occidente del país- y otro de la colonia El Carrizal de la capital hondureña.
Para el caso el menor ingresado desde Opalaca, Intibucá presentaba la pérdida de un dedo, así como otras lesiones en su mano.
Mientras, el que llegó procedente de la colonia El Carrizal, perdió su párpado y sus daños en su rostro son severos, dijo el doctor Mejía.
“Se trata de lesiones que quedan para toda la vida y lo lamentamos porque son hechos que perfectamente pudieron haberse evitado”, expresó Mejía.
Dijo que el simple hecho de ingresar a un paciente a la sala de quirófanos representa una erogación de al menos 50 mil lempiras, que se suman a los daños irreparables que sufren los menores.
“Escucho que la alcaldía (Distrito Central) está cobrando multas irrisorias a los padres de nueve mil lempiras, pues que al menos me envíen ese dinero para comprar pañales”, dijo.
Este sábado amanecieron hospitalizados en Fundaniquem, al menos una docena de menores, de los que cinco van hacia quirófanos.
De los 15 menores que ingresados esta temporada a ese hospital de referencia, la mayoría presentan amputaciones, dedos cercenados, daños en el rostro y otras partes del cuerpo, así como lesiones para toda la vida.
El doctor Mejía puntualizó que muchos de los pacientes son retornados a hospitales regionales cuando ya presentan mejores condiciones de salud, en vista que los espacios son reducidos.
