Tegucigalpa – “La procesadora ha cerrado operaciones”, confirmó el presidente de la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras (Andah), Juan Carlos Javier, sin confirmar de momento en nombre de la finca camaronera que se suma al cierre de otras que ya habían cerrado operaciones por dificultades de mercado y financieros.
– La finca que cerró tenía 20 años de historia y empleaba un aproximado de 800 personas de forma directa, entre finca y procesadora.
La finca, que también operaba una planta procesadora, había estado enfrentando dificultades financieras y de mercado que finalmente llevaron al cese de sus operaciones y tuvo un cierre paulatino, indicó.
La decisión de cerrar la planta procesadora se tomó luego de un proceso gradual de cierre en las fincas y producción, culminando la semana pasada con la cancelación de todas las operaciones.
Las razones principales detrás de esta medida fueron los mercados limitados y las condiciones financieras desafiantes. La camaronera dependía en gran medida de los mercados de Taiwán y México, con el cierre de estos espacios de exportación no pudo hacer frente a los altos costos operativos, añadió Javier.
La situación se ve agravada por la incapacidad de algunas camaroneras para diversificar sus mercados o reubicarse. Esta empresa en particular tenía una trayectoria de más de 20 años en el país y empleaba a 800 personas entre sus fincas y planta procesadora. Su cierre representa la pérdida de empleos significativos y marca el fin de una empresa con una sólida historia en el sector, lamentó.
Además, detalló que los problemas de mercado, los empresarios también enfrentaron desafíos derivados del cambio climático. Las altas temperaturas, la falta de lluvias y los niveles de salinidad han generado complicaciones adicionales para la producción de camarones en la región.
Reitero que, en el primer ciclo de este año, muchos pequeños y medianos empresarios optaron por no sembrar, lo que exacerbó aún más la situación. Estos factores combinados han creado un panorama desafiante para la industria de la acuicultura en Honduras, con repercusiones significativas tanto económicas como sociales, particularmente por la pérdida de empleos que incrementa la migración en la zona. LB