Según Morones, Obama le prometió recientemente que, si es elegido el 4 de noviembre, presentará un plan de reforma migratoria en los primeros 100 días de su mandato y buscará la aprobación de esa reforma en el primer año en el cargo.
«Por eso esta marcha tiene sentido y por eso acepté la invitación para participar», dijo el dirigente de la organización con sede en San Bernardino (California).
Los manifestantes se concentraron en el Parque Rude, a unos dos kilómetros del estadio Pepsi Center, donde se realiza la Convención Demócrata, y luego se desplazaron hasta un parque distante 1,8 kilómetros.
Los cuatro puntos claves enfatizados durante la marcha fueron poner fin a la criminalización de los inmigrantes, dar derechos a los estudiantes hijos de inmigrantes indocumentados para que puedan asistir a la universidad, dejar sin efecto la construcción de un muro en la frontera con México y terminar con las redadas.
El fundador de Border Angels se congratulo de ver «tanta gente a favor de la justicia y de la reforma migratoria y de la dignidad humana», en declaraciones a Efe.
Por su parte, Federico Peña declaró que es necesario «reconocer las contribuciones de los inmigrantes a la economía del país y por eso la reforma debe incluir un elemento para que 12 millones de personas ya no vivan en las sombras».
El reverendo Adam Taylor, director de campañas y organización de Sojourners/Call To Renewal, una organización interreligiosa pro-inmigrante basada en Washington D.C., afirmó que «estas marchas en defensa de los derechos de los inmigrantes son necesarias porque el actual sistema inmigratorio está quebrado».
«Que el sistema no funciona se ve en el enfoque de odio hacia los inmigrantes que forma parte del discurso actual sobre inmigración. Y el sistema migratorio está quebrado porque sus leyes no reflejan los valores y principios sobre los que se fundó este país», dijo Taylor.
Uno de los manifestantes fue Patricio Sánchez, quien desde hace 51 años se desempeña como sacerdote católico, actualmente a cargo de una iglesia en San Bernardino, California.
Sánchez opinó que la reforma migratoria debe ir acompañada de «otras reformas sociales», como mejorar la educación y ofrecer acceso universal a servicios de salud, «para que la reforma tenga sentido».