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Chiquita, un amargo adiós y el clima de negocios en Honduras

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Tegucigalpa – Justo cuando el país requiere de más empleo e inversiones para hacerle frente a la etapa posterior a la pandemia del COVID-19, uno de los símbolos históricos de la formación de capital en Honduras dio parcialmente un portazo y a la vez un mensaje de que el clima general de inversiones no es del todo amigable.

-El éxodo de empresas que operan en Honduras a Guatemala llega en el peor momento para el país.

Lo anterior tras conocerse que la bananera Chiquita Brands International abandonó sus operaciones logísticas y se traslada a Guatemala.

La historia del capitalismo hondureño está estrechamente ligada a la llegada de las empresas bananeras Cuyamel Fruit Company y los Vaccaro Brothers, que tras varias ventas y fusiones llegaron finalmente a convertirse en la United Brands Company (Tela Railroad Company, ahora conocida como Chiquita) y la Castle And Cook (Standard Fruit Company, ahora conocida como Dole Fruit Company) a principios del siglo pasado.

Más de un siglo después, las dos empresas que eran el poder real en Honduras, han venido a menor y el peso del banano en la economía hondureña se ha reducido drásticamente, en favor del café, maquila y remesas, pero igual el país sigue ligado históricamente a ese pasado y de ahí el señalamiento de la frase “república bananera”.

Chiquita International ahora está reducida a controlar unas cuantas fincas, mientras el resto de la producción la obtiene de finqueros independientes a quienes les da asesoría técnica y les compra la fruta, la cual luego es etiquetada con su famosa marca para llegar a los mercados de Estados Unidos y Europa.

Aunque el traslado de las operaciones de exportación e importación de parte de Chiquita tiene un impacto menor en empleos, el simbolismo es enorme, ya que ahora concentrará sus actividades logísticas en Puerto Barrios, Guatemala, donde operará en un muelle que le fue concesionado para su uso exclusivo.

Justamente el alcalde de Puerto Cortés, Allan Ramos, dijo en el contexto que en realidad Chiquita comenzó su mudanza de Honduras en operaciones logísticas desde hace 8 años y que concluyó apenas ahora.

Ramos señaló que el nivel de empleo no pasaba de 70 en Puerto Cortés, más los indirectos, y que el nivel de pago de impuestos apenas superaba los 160 mil lempiras anuales para su municipio.

Costos

Varios conocedores del sector señalaron que la decisión de Chiquita se adoptó en vista de los costos, ya que las tarifas de energía las consideran demasiado altas.

Pero igualmente señalaron que operar en Puerto Cortés resulta oneroso, ya que las tarifas de la empresa operadora también las consideran elevadas en comparación con las de Puerto Barrios, Guatemala.

En las instalaciones portuarias existen otros costos por servicios, los cuales se quejan muchos usuarios por considerarlos no viables y que les resta competitividad a las instalaciones portuarias de la nación.

Otros elementos son los considerados altos valores de las tarifas del transporte terrestre encargado de llevar los contenedores refrigerados al puerto y de ahí trasladarlos a los barcos.

Cultura corporativa

Pero uno de los principales causantes de la partida de Chiquita de Puerto Cortés como centro portuario es el cambio de cultura corporativa en la empresa bananera tras el cambio de propietarios.

Denostada por casi un siglo como símbolo de la presencia empresarial de Estados Unidos en Honduras, la Chiquita Brands ha pasado de dueño en varias ocasiones dentro de su país de nacimiento, quienes respetaban las reglas de operación en las naciones donde operan.

Pero desde octubre de 2014 la histórica bananera estadounidense pasó a manos de dos firmas brasileñas, Cutrale Group y Safra Group, que pagaron 1,300 millones de dólares para hacerse con la firma que es el principal proveedor de bananas en Estados Unidos.

Cutrale Group es el principal exportador de jugo de naranja en Brasil y controla el 30 por ciento del mercado mundial, así como procesa otras frutas para el mercado de su país. Su principal accionista es José Luis Cutrale, de ascendencia italiana.

Safra Group es un consorcio financiero brasileño, propiedad de Joseph Safra, de origen judío libanés. Está considerado el hombre más rico de Brasil.

Los brasileños se dejan llevar por los números y especialmente Safra privilegia lo sencillo para reducir los costos operativos.

Éxodo

UNILEVER

Varios académicos consultados por Proceso Digital expresaron que lo preocupante es que Chiquita solo es un actor más de la economía hondureña que no considera amigable el ambiente de negocios en el país y opta por el éxodo de compañías que consideran a Guatemala con mejores condiciones para operar.

El año pasado lo hicieron las empresas Intreficay el gigante del consumo angloholandés Unilever, que también optaron por concentrar sus operaciones en el país vecino, que tiene la mayor economía centroamericana con un producto interior bruto (PIB) superior a los 82 mil millones de dólares, más de tres veces al nacional.

Y prueba de que la inversión extranjera continúa saliendo de Honduras es que el Banco Central de Honduras (BCH) informó este martes que la misma cayó 1.5 por ciento en el primer trimestre del presente año.

Ya el año pasado también se registró una contracción de la inversión extranjera directa (IED), de acuerdo con el mismo BCH.

Momento

La partida de Chiquita Brands International llega en el peor momento para el país, ya que la pandemia del COVID-19 está provocando una contracción económica que todavía no se sabe de cuánto será al final del año.

Inicialmente el BCH había estimado que la economía crecería, pero tras la irrupción de la pandemia el banco revisó a la baja y pronosticó que el PIB caería hasta 3.9 por ciento. Pero tras conocerse que la iniciativa de la apertura inteligente ha sufrido un estancamiento, se espera otra revisión a la baja.

El Salvador

Otro elemento que salió a consideración tras el anuncio de Chiquita fue el ofrecimientodel presidente de Guatemala Alejandro Giammattei a su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele, el 28 de enero del presente año de cederle una parte del territorio de su país para que construya un puerto salvadoreño de salida en el Atlántico.

La oferta, que hasta el momento no se conoce como ha transcurrido su aplicación, provocó un remezón, ya que le quitaría a Puerto Cortés toda la salida y entrada de parte del comercio exterior de El Salvador.  

Se sabe que la oferta está destinada a usar tierras o instalaciones en Puerto Barrios que Guatemala tiene en dicha zona, con acceso al Caribe, para que El Salvador pueda construir sus instalaciones.

En Puerto Barrios opera el puerto de Santo Tomás de Castilla, ente público, y el privado que le fue concesionado a la Chiquita para sus operaciones conjuntas de Guatemala y Honduras.

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