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Chávez va por el centro y “Mel” hacia la izquierda

Tegucigalpa – Mientras Hugo Chávez se desplaza al centro, su homólogo hondureño Manuel Zelaya busca ocupar su espacio dejado en la izquierda en la escena internacional.
 

Mientras la semana pasada el locuaz mandatario venezolano realizó un periplo internacional por Europa, donde buscaba ganar espacio político en las consolidadas democracias de la Unión Europea , el miércoles por la noche el presidente Zelaya colocaba a Honduras en la orbita anti-imperialista que significa ingresar al Club de los Pobres de la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba), donde la calidad de socios son Cuba, Bolivia, Nicaragua, la minúscula Dominica y el eje que es Venezuela, dueña absoluta de la carpa por medio de los petrodólares.

Los cambios

Aislado de Latinoamérica por el bloque formado por Luiz Inacio Lula en Brasil, Álvaro Uribe en Colombia, Michelle Bachelet en Chile y Alan García en Perú, Chávez solo ha contado con la adhesión de los gobernantes de las naciones pobres de la región en su lucha por derrotar la hegemonía mundial de Estados Unidos, la cruzada que el mismo considera como un deber anti-imperialista.

El presidente tira al vacío a Honduras al acoplarla a la coalición de los pobres que

integran el Alba

Pero tras las derrotas sufridas en la escena internacional, especialmente su fracasada apuesta a las FARC de Colombia que culminó en una monumental catástrofe política, jugando un tanto alcamaleón, Chávez se percató que necesitaba un nuevo baño de cámaras y luces para volver a la escena internacional.

Para ello utilizó una planeada visita a Rusia, prevista desde inicios del año para cerrar tratos en la compra de armas avanzadas, y el aislado régimen de Bielorrusia, para reciclarse con el odiado Occidente político.

Y que mejor manera de captar la atención mundial que ir a visitar a la única persona que ha sido capaz de ponerlo en su sitio. El rey de España, Juan Carlos de Borbon, que hizo famosa su frase «Porque no te callas» en la pasada Cumbre Iberoamericana en Chile.

Justamente el viernes pasado Chávez visitaba al monarca español en su sitio de vacaciones y después voló a Madrid para reunirse con el presidente del gobierno José Luís Rodríguez Zapatero.


El efecto fue inmediato, Chávez regresó a la escena internacional con una imagen de moderación y que contrasta con el radical gobernante que se opone a la globalización, al libre mercado, al neoliberalismo y que además dice gobernar en nombre de los pobres.

Claro que su contención le duró poco, ya que apenas un día después elmismo informó que nacionalizaría el Banco de Venezuela, filial del Banco Santander de España, aunque aclaró que esperaría de los inversionistas el monto que debe pagar por la acción.



La metamorfosis de “Mel”

En contraste con Hugo Chavez, “Mel” Zelaya ha sufrido una metamorfosis política distinta, ya que surgió y se formó en el ala rodista del partido Liberal, uno de los más conservadores y que se anteponía a la progresista de la Alianza Liberal el Pueblo (Alipo) y su sucesora M-Lider, hasta concluir en su declaración que considera su gobierno de centroizquierda.

Cuando estaba en plena campaña electoral se esforzó por proyectar una imagen de aliado estrecho de Estados Unidos y amigo de la comunidad empresarial hondureña.

Una vez en el poder ha trabajado por alejar a Honduras de la alianza tradicional con Washington, así como denota abiertamente a los grupos empresariales a quienes acusa de que boicotean su gestión y que detentan el poder real en el país.

Los ataca abiertamente y los ha rotulado con el nombre de Grupo de Poder Fácticos.

Armado de su guardia pretoriana, comúnmente conocidos como los «patricios», formada por sus ministros de la Presidencia , Defensa y asesor legal, Enrique Flores Lanza, Arístides Mejía y Milton Jiménez, a las cuales se une su jefe ideológica, Patricia Rodas, “Mel” quiere consolidar su cambio de ropaje y ser recordado como el gobernante que alejó a Honduras de sus tradicionales aliados como Estados Unidos, Europa y Centroamérica, para sumarse a un pequeño grupo de países pobres del sur del continente y del Caribe.

“Mel” quiere
ser recordado como el mandatario
que desprecio
al norte de América

Venezuela es la única excepción, aunque su riqueza proviene exclusivamente de la producción petrolera y de los altos precios registrados en los mercados internacionales.

Si a Caracas se le quita el ingreso petrolera, pasaría a ser otra de las naciones de ingreso medio bajo del continente y su actual influencia sería menor.

En este marco, el sui géneris gobernante hondureño se acerca cada vez más a la recta final de su mandato, en medio de una administración salpicada por sus indefiniciones políticas, permanentes escándalos de corrupción, alejado de los amigos tradicionales y lo que es peor de los problemas ingentes de una población abatida por el alto costo de la vida, la crisis alimentaría, y una creciente inseguridad que demandan respuestas que se perciben lejanas, bastante lejanas.

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