Tres semanas después de partir hacia Cuba para operarse de un tumor canceroso, recurrencia del cáncer del que se intervino hace casi nueve meses, Chávez volvió hoy al Balcón del Pueblo de Miraflores, sede de Gobierno, para arengar a sus seguidores con un discurso de tono triunfalista ante los comicios de octubre.
Mientras tanto, Capriles, que desarrolla una intensa precampaña por el país, también se refirió hoy al regreso del presidente al afirmar que la actitud del mandatario debería ser la de generar paz y no la de volver al país para seguir recurriendo a los «insultos» y a la división de los venezolanos.
El presidente agradeció a sus seguidores y colaboradores por su tarea durante los días que estuvo ausente. Hizo pocos comentarios sobre su estado de salud, pero ante las insistencias de sus seguidores, que le gritaron consignas como «cuidese» o «reposo», aseguró que está cuidándose.
«Ahora tengo que comenzar el tratamiento de la radioterapia, en los próximos días, la radioterapia para atacar cualquier nueva amenaza. Este cáncer no podrá con Chávez tampoco», indicó el presidente.
El gobernante llegó ayer a Venezuela después de tres semanas en Cuba, donde fue intervenido, el pasado día 26, para extraerle un tumor canceroso, recurrencia del cáncer que le fue diagnosticado en la zona pélvica y del que le habían operado en junio del año pasado.
Chávez dijo tras la operación que no tiene metástasis y que se sometería a radioterapia una vez concluyera la cicatrización tras la operación.
Hoy volvió a salir al paso sobre supuestos comentarios acerca de su mal estado de salud.
«Ese es otro cuentico que cargan por los lados de la oposición, que si yo me estoy muriendo, que no voy a aguantar la campaña», agregó, al señalar que sus adversarios tienen toda una «telenovela» sobre supuestos pactos internos del oficialismo para cuando él muera.
«Aquí estoy de nuevo, pues, en el retorno permanente, cargado de más fuerza, de más amor y de ganas de vivir. Viviré con el favor de Dios y Cristo, mi señor, y el amor del pueblo. Viviremos y venceremos», añadió al despedirse.
Chávez dedicó gran parte de su intervención a hablar de las elecciones, cargando contra sus adversarios y asegurando la victoria en esos comicios.
«La paliza que le vamos a dar nosotros a la derecha venezolana, la paliza que le vamos a dar, esa paliza va a ser memorable», indicó, haciendo alusión a encuestas difundidas en los últimos días que le dan una ventaja en intención de voto sobre Capriles con porcentajes que oscilan entre los 18 y los 33 puntos.
Dijo que en «la derecha venezolana», como llama a la oposición, «son sucios, nunca jugaron limpio (…) no saben jugar limpio, siempre tendrán cartas escondidas y ya comenzaron a sacarlas, desesperados como están».
Además llamó a sus seguidores a movilizarse de cara a la cita electoral y a no dejar que la oposición tome la calle.
«Una persona que se supone que está enferma debería tener otra actitud. Su actitud debería ser de generar paz, tranquilidad», indicó hoy Capriles a periodistas en un acto político.
El joven gobernador de Miranda reaccionó así a las acusaciones que en la víspera había vertido el presidente contra la oposición a la que atribuyó querer imponer la «agenda del miedo» y una «irresponsabilidad que raya en lo criminal» por denuncias que hizo un gobernador opositor sobre la calidad del agua para consumo humano en los estados centrales y la capital venezolana.
«Cuando uno está en una situación de debilidad, oye, la debilidad tiene que ser precisamente para humanizarse, para abrir su corazón, para permitir que entre Dios en su corazón», agregó el candidato de la oposición a las elecciones presidenciales de octubre próximo.
«Esperamos que el candidato del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela, de Gobierno) no venga a lo que ya estamos acostumbrados los venezolanos, a los insultos, a las descalificaciones, tratar siempre de dividir a los venezolanos, tratar de dividir a los venezolanos también en la solución de sus problemas», agregó.
Capriles será el candidato de unidad de la oposición en las elecciones de octubre, en las que Chávez aspira a su tercera reelección.
