Tegucigalpa – Dos nuevas cárceles hondureñas albergan casi tres mil reos considerados de alta peligrosidad, entre estos cabecillas de pandillas, jefes del hampa y delincuentes que por sus crímenes alcanzaron notoriedad pública.
– El actual gobernante hondureño anunció la construcción de un “Superpozo” para aislar a los más peligrosos capos del crimen del país.
– El penal de San Pedro Sula está a horas de quedar inhabilitado, en vista que “sus huéspedes” fueron llevados a El Pozo I y II, así como a otras 10 cárceles nacionales.
– Este miércoles 880 reos de menor peligrosidad fueron llevados a la cárcel de El Porvenir.
El traslado de jefes del crimen a recintos de máxima seguridad comenzó en septiembre de 2016, con el aislamiento de 37 cabezas del hampa. En ese momento daba inicio una reforma irreversible en el sistema penitenciario, de acuerdo a lo expresado por las propias autoridades de seguridad.
Rigurosos controles de seguridad
enfrentan los confinados.Desde sanguinarios jefes de pandillas, pasando por autores de crímenes emblemáticos, hasta personajes ligados a actos de corrupción pública son ahora habitantes de cárceles de máxima seguridad conocidas como El Pozo (Ilama, Santa Bárbara) y La Tolva (Morocelí, El Paraíso).
La Operación Arpía, en varias fases, se ha encargado de hacer estos complejos traslados de privados de libertad desde cárceles, que por años fueron escuelas del crimen, a nuevos módulos considerados de máxima seguridad.
El traslado de los peligrosos reos se hizo para evitar que estos sujetos tengan comunicación con sus familiares o cómplices y de esa forma que sigan ordenando crímenes o el cobro de extorsión.
Entre estos miles de traslados destacan: los pandilleros con los alias: “Sblue”, “Lyro Calavera”, “Lyro Wy”, “Lyro Leizim”, “Shack”, “El Diablo”, “El Tacoma”, “Tyson”, “El Pantera” y “Lucifer”, todos cabezas del tráfico de drogas, extorsión y sicariato, entre otros ilíticos.
Otros son: “El Rebelde”, “Bravo Nice”, “Termite”, “Speed”, “Smoot”, “Porki”, “Destroyer” y “El Chepo”, entre muchos más.
En el caso de Elio Guillermo Gutiérrez, alias “El Porky”, se le acusa de matar niños en la colonia La Pradera de San Pedro Sula.
Mientras, a Javier Antonio Pineda, alias “Pánico Vegueta”, es señalado de participar en al menos 100 asesinatos, entre ellos una conocida masacre ocurrida en una zapatería sampedrana.
Peligrosos cabecillas del crimen están en El Pozo.De su lado, Alexander Mendoza, alias “El Porkys”, uno de los jefes de la mara MS-13 en San Pedro Sula, fue capturado en julio del 2015 por la supuesta comisión del delito de asociación ilícita, lavado de activos y asesinato, al que se le sumó el de extorsión. Asi también Jairo Anwar Orellana Recinos, alias “Sony” o “Kawas” también está imputado de la muerte de varios elementos de su organización criminal como la contraria.
Las autoridades de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), a través del operativo “Avalancha” realizaron el aseguramiento de varias propiedades que supuestamente fueron adquiridas de manera ilícita, a través del cobro del “impuesto de guerra”, lo que llevó a estos dos últimos individuos a convertirse en millonarios.
Mendoza, también está como autor del crimen del empresario Mario Verdial en febrero del 2014, pero también le imputan las muertes de alto impacto de la zona norte del país.
Jefes de pandillas copan las cárceles de máxima seguridad.Del mismo modo, está recluido en El Pozo, el pandillero Héctor Manuel Pineda Ávila, alias “Calavera”, apresado como hechor de tres masacres en la colonia Las Torres de Comayagüela. También fue identificado como el jefe de una organización criminal de la colonia Óscar A. Flores de Comayagüela.
Siguen en la nómina, Norlan Alcides Ardón, alias “Lucifer”, miembro de la mara 18, quien fue ingresado acusado por asesinato, lesiones y asociación ilícita.
Conocido también es Cristian Ariel Cálix Hernández, “Little Sam”, detenido el 20 de diciembre de 2015 por la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), por cargos de supuesto sicariato para la Mara 18. Según las investigaciones de las autoridades es el responsable de ordenar la muerte de varios guardias de seguridad en distintos puntos de la capital.
Igualmente, resalta el trasladó del expolicía, Álvaro García Calderón, presunto aliado de la MS-13 y del extinto narcotraficante, Héctor Amador Portillo, mejor conocido como el “Gato Negro”.
Asimismo, uno de los autores intelectuales y materiales de la masacre de siete personas en una cantina en la colonia Las Torres de la capital en agosto de 2014 también está confinado en “El Pozo”. Se trata de Héctor Pineda Ávila, alias “Calavera”, líder de la pandilla 18, también se le acusa de raptar y matar personas en “Casas Locas”.
Quizás uno de los más conocidos y que guardan prisión en estos recintos de máxima seguridad es Plutarco Ruiz, condenado culpable por el asesinato de la Miss Honduras Mundo, María José y de su hermana, Sofía Trinidad Alvarado. Este individuo está en la cárcel de Ilama, Santa Bárbara.
Otro de los confinados es Marvin Edgardo Núñez Díaz, alias “Killer”, de la MS-13, señalado de asesinar a agentes de la Policía, de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) y militares.
Alias “El Loco Hugo”, Hugo Edgardo Sierra Benavides, también está en El Pozo. Es un violador en serie y ya acumula más de 300 años de cárcel en varios procesos judiciales.
Se agregan a la lista de estos confinados alias “El Pechocho”, quien hace unos meses protagonizó una historia como ocurre solo en las películas. Se le presumía preso en El Pozo y fue detenido en San Pedro Sula. Las autoridades alegaron que se trató de una suplantación de nombres y que tanto el verdadero como el original ya guardan reclusión en ese recinto.
Los supuestos asesinos de la ambientalista Berta Cáceres también están en Ilama.
La Tolva.En las últimas horas se conoció el traslado desde San Pedro Sula a la cárcel de El Progreso de los exalcaldes Óscar Kilgore y Arnaldo Urbina Soto, así como del médico Miguel Ángel Ochoa Centeno, capturado en la Operación Avalancha y acusado como testaferro de la MS.
Vigilados por equipos sofisticados
Para el caso, en “El Pozo” los privados de libertad no cuentan con las comodidades que tenían en sus antiguos centros penitenciarios, donde ellos eran los que gobernaban, por lo que tenían hasta teléfonos satelitales y radios de comunicación con los que se mantenían en contacto con sus similares en el exterior y les ordenaban la comisión de delitos.
En este centro penal están bajo estrictos controles de seguridad, entre ellos el monitoreo durante las 24 horas del día por medio de 400 cámaras de seguridad instaladas en el interior y exterior. Durante una hora diaria son llevados a un espacio acondicionado para que reciban la luz solar.
Modernos sistemas tecnológicos son usados para vigilar a los reos.Estos reos no pueden comunicarse con sus compinches que guardan prisión y la única forma de comunicación con el exterior es por medio de cartas que les escriben a sus familiares, las cuales, antes de ser entregadas a sus parientes son leídas por el Consejo Técnico Interdisciplinarios (CTIs), lo que ha permitido evitar masacres y crímenes de impacto, así como secuestros, entre otros delitos, de acuerdo a lo informado por las autoridades que administran estos recintos.
Esta cárcel de Ilama ya casi alcanza su ocupación máxima. Cuenta con 1 mil 311 privados de libertad y tiene una capacidad máxima de 1450, es decir, le restan 139 espacios.
Por su parte, La Tolva, alberga hasta hoy 929 reos, de 1 mil 350 que pueden ser encarcelados. Falta alojar a 421 reclusos más.
La población carcelaria en todo el país anda por 18 mil 956 internos, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional Penitenciario (INP).