La XXIII Cumbre del Sistema para la Integración de Centroamérica (SICA) concluyó este viernes con una rueda de prensa conjunta en la que los gobernantes de la región promulgaron una declaración que contiene un paquete de medidas urgentes a adoptar frente a la crisis mundial.
La línea principal de la estrategia propuesta se dirige a incentivar la inversión pública en los países del área, fortalecer la productividad agrícola, para mejorar y garantizar la seguridad alimentaria, además de reducir la dependencia de naciones extra regionales, ya inmersas en la identificada crisis mundial, y favorecer el comercio centroamericano.
En la rueda de prensa, celebrada en un improvisado altar maya, el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, explicó además que los países del SICA han acordado dar «instrucciones a las superintendencias de bancos y a los bancos centrales de cada nación para que revisen sus normativas con el fin de asegurar parámetros confiables de inversión»
«La arquitectura de la economía necesita cambios, tenemos que optar por encontrar una independencia alimentaria, financiera y comercial dentro de la región», consideró el presidente hondureño.
Zelaya entregó en esta cumbre la presidencia protémpore del SICA, que rota cada seis meses, al mandatario nicaraguense, Daniel Ortega.
La Declaración de San Pedro Sula, cuidad situada 243 kilómetros al norte de Tegucigalpa, la capital hondureña, expresa además la voluntad de lo países centroamericanos de estudiar la posibilidad de adoptar una moneda única en la región, como la que ya tuvieron poco después de independizarse de España.
El escrito establece el cuerdo de «impulsar» la capitalización «en el menor plazo posible» del Banco Centroamericano de Integración Económica, como el organismo encargado de promover el desarrollo económico de la zona ante el «impacto de la crisis financiera internacional».
Así mismo, insta ese organismo a elaborar un «esquema de capitalización» durante la próxima asamblea extraordinaria de gobernadores, prevista para febrero de 2009, y apoyar «la incorporación de nuevos socios extra regionales».
Después de recordar y glosar la figura del que fuera libertador centroamericano, Francisco Morazán, Ortega declaró en la rueda de prensa tras concluir la cumbre que «el tiempo nos indica que no hay más alternativa que la unidad y de la unidad de centroamérica iremos a la unidad de Latinoamérica».
«Nicaragua ya avanza hacia esa dirección con el ALBA (Alternativa Bolivaraina para las Américas), impulsada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, recordó Ortega.
«Nos vendieron un modelo que no funciona y que nos tenía atados de pies y manos, y ante el fracaso de ese modelo solo no queda la unidad», dijo el gobernante nicaraguense.
«Estamos en una tormenta que no hemos provocado aunque que nos afecta, pero esta reunión ha servido para dar lo pasos necesarios en busca de recursos que nos ayuden a nuestro desarrollo económico y social», agregó.
Por su parte, el presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, explicó que «las soluciones que propone cada país para salir de la crisis son diferentes, pero todas tienen un meta común».
«Aún no conocemos la profundidad de la crisis y hay que estar preparados dándole la importancia que requiere», añadió
En esta cumbre estuvieron presentes, además de Zelaya, Ortega y Saca, el presidente de Guatemala, Álvaro Colom; el viceprimer ministro de Belice, Gaspar Vega; el vicepresidente de la República Dominicana, Rafael Alburquerque; y el vicepresidente primero y canciller de Panamá, Samuel Lewis Navarro.
El SICA está conformado por Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, y República Dominicana como miembro asociado.