Tegucigalpa – Luego de las acusaciones por narcotráfico al exjefe de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, en una Corte del Distrito Sur de New York, EEUU, y en las que de nuevo se menciona el nombre del presidente hondureño Juan Orlando Hernández, Casa Presidencial salió al paso de las mismas asegurando que todo se origina de venganzas de capos condenados en el país del norte.
– El documento oficial de la Corte de New York menciona otra vez al presidente Hernández como protector de capos de la droga que enfrentan juicios en EEUU.
Como alega la acusación de la justicia de EEUU, en nombre del excongresista hondureño convicto Tony Hernández y su hermano el presidente, Bonilla Valladares supervisó el transbordo de cargas de cocaína de varias toneladas con destino a Estados Unidos, utilizó ametralladoras y otras armas para lograrlo, y participó en violencia extrema, incluido el asesinato de un traficante rival, para promover la conspiración.
Ante esas versiones, en una serie de tuits escritos en inglés, Casa Presidencial rechazó por enésima vez las acusaciones de capos de la droga en contra del actual mandatario Juan Orlando Hernández.
El primer escrito señala: “En la acusación criminal contra el exjefe de la Policía Nacional, las referencias al Presidente de Honduras son 100 % falsas, como lo demuestran los hechos en el registro público que muestran una vez más que las acusaciones provenientes de narcotraficantes confesos no son creíbles”.
Luego recuerdan que inmediatamente después de las elecciones de 2013, el presidente electo Juan Orlando Hernández y el saliente Porfirio Lobo se reunieron para nombrar un nuevo liderazgo en la Policía Nacional. “Ningún presidente que fuera cómplice de un jefe de Policía, como alegaba el falso testimonio, lo habría reemplazado. Pero Hernández lo hizo”, afirma Casa Presidencial.
A renglón seguido, citan que el 20 de diciembre de 2013, la agencia AP informó: “Gen. Juan Carlos Bonilla fue removido como jefe el jueves por el presidente Porfirio Lobo, quien dijo que actuó después de consultar con el presidente electo Juan Orlando Hernández, quien asume el cargo el próximo mes”.
Siempre con base en la retahíla de tuits, un cuarto señala: “El despido se había visto como probable desde la elección de Hernández el 24 de noviembre, quien ha argumentado que un esfuerzo de limpieza no logró eliminar a los agentes corruptos y sacudir a la Policía Nacional, que es la única fuerza policial de Honduras”.
Casa de Gobierno insiste que “fue el presidente @JuanOrlandoH quien insistió en una purga importante de la Policía Nacional, lo que resultó en la eliminación del general Bonilla, junto con el 43 % de toda la fuerza policial, incluida la mayoría de los funcionarios de más alto rango”.
“El método Presidente @JuanOrlandoH elegir para limpiar una Policía Nacional corrupta y penetrada criminalmente es importante: empoderó a miembros respetados de la sociedad civil para administrar todo el proceso, demostrando que quería una revisión exhaustiva e independiente…”, cita un sexto tuit.
Se complementa la idea del anterior afirmando que “… porque por su propio diseño, no controlaría qué policía se quedaría y cuál iría. Ningún presidente cómplice en el tráfico de drogas promovería una purga de la Policía en la que no pudiera proteger a ningún miembro. El presidente Hernández lo hizo porque no tenía nada que temer”.
La serie de aclaraciones refieren que además, el presidente Hernández fue el líder en promover e implementar la extradición, enfrentando feroces resistencias y amenazas. Ningún presidente cómplice del narcotráfico promovería e implementaría la extradición de narcotraficantes porque la extradición llevaría a los narcotraficantes a tribunales extranjeros, fuera de la influencia de cualquier presidente. El presidente Hernández hizo eso porque no tenía nada qué temer.
Finalmente, relatan que en asociación con los EEUU y otros aliados, Hernández ha logrado resultados sin precedentes en la reducción del tráfico de drogas. Los falsos testimonios de criminales confesos se basan en la venganza contra el presidente que los persiguió y sus esperanzas de negociar una sentencia reducida.
“En el caso actual, las acusaciones falsas se originan en un narcotraficante confeso que probablemente se ofende con el presidente Hernández por bloquear su inclusión en la lista de candidatos de su partido, evitar su reelección como alcalde y luego despedir a su hermano de su trabajo en el gobierno”, concluyen los posteos de Casa Presidencial.