Aunque esporádicamente las organizaciones criminales han dejado mensajes, en las actuales circustancias, se estima que dan otro paso en su modus operandi.
Atrás quedan los cuerpos embolsados, encostalados y desmembrados en ‘‘Casa Locas’’, otra forma de sembrar terror en una sociedad que vive sometida a incontables historias de nota roja.
Dos crímenes llaman poderosamente la atención en las últimas horas: el asesinato de un hombre en la colonia Zapote Centro de Comayagüela, a la par del cadáver se apreciaba la leyenda: ‘‘Por no querer entregar su casa’’, el mismo se atribuía a una pandilla que ópera en el sector.
En tanto, este fin de semana otro hecho suscitó la curiosidad de la población, cuando en la colonia Monseñor Fiallos fue arrojado el cuerpo sin vida de un joven. A su lado un cartón recogía el mensaje: ‘‘La mara XX lo tumbó porque no hicieron lo que dijimos’’.
Ambos crímenes suceden en menos de 24 horas. Cada uno es los sucesos es atribuido a las dos poderosas maras que gobiernan en barrios y colonias de la capital.
Es común informar del hallazgo de cadáveres en sacos o bolsas plásticas en sitios públicos de las principales ciudades del país. La semana anterior, incluso, grupos criminales llegaron a lanzar una granada a un negocio de venta de pollos porque se negaron a pagar extorsión, en esa oportunidad una mujer murió carbonizada.
También en sendas oportunidades, cuerpos sin vida fueron encontrados colgados en puentes transitados. ‘‘Todas estas formas de operación del crimen pretender llevar mensajes de intranquilidad a la sociedad’’, reflexionan expertos.
Quieren ganar notoriedad para asustar
Para el siquiatra Javier Uclés, la delincuencia avanza, pese al esfuerzo de las autoridades para combatirlos. ‘‘No se puede negar que los grupos de pandillas y de crimen organizado están presentes y se están haciendo sentir mediante la difusión de sus fechorías’’.
‘‘No hay duda -explica Uclés- que cuando estos grupos criminales reciben golpes de las autoridades, ellos pretender cambiar sus formas de operar para llamar la atención’’.
Prosiguió que ‘‘lo que hacen estos criminales es intimidar y asustar a los que tienen problemas con ellos y a la población en general, mediante la intimidación nos asustan a todos particularmente a los que ahora son víctimas de extorsiones’’.
El siquiatra remarcó que ‘‘están matando gente y le dejan rótulos, además queman locales, tiran bombas porque como de eso viven, quieren decir aquí estamos, tengan miedo, nosotros somos los que manejamos esto, sus operaciones funcionan en base al miedo’’.
Buscan métodos eficientes de miedo En tanto para el sociólogo Ernesto Gálvez, el crimen común y organizado buscan cada día distintas formas para intimidar a sus víctimas. Se valen de métodos eficientes para propagar el miedo, ganar potenciales víctimas y hacerlas presas fáciles de las extorsiones. ‘‘Con esos avisos, ellos quieren decir cúmplase lo que pedimos, sino ponen en riesgo sus vidas, es una modalidad para amedrentar al pueblo’’, reafirmó. El profesional de la sociología pidió a la población ayudar a terminar con el flagelo de la extorsión. ‘‘Debemos reportar cuando alguien nos amenaza con el objetivo de lograr un lucro, ahora hay un poco más de confianza para denunciar este tipo de situaciones’’, dijo. |
No hay que llenarse de temor y debemos denunciar
De su lado, el comisionado de la Policía, Quintín Juárez, hizo un llamado a la población a no dejarse chantajear por estos grupos criminales que sólo buscan incrementar el pánico, aunque reconoció que se deben tomar las medidas del caso.
Manifestó que ‘‘la única manera de contrarrestar este flagelo es denunciándolo, los delincuentes lo que buscan es atemorizarlos pero no debemos caer en ese juego’’.
Explicó que con los nuevos avances tecnológicos de la Policía y los distintos organismos del Estado se trabaja en base a las denuncias que se reciben y de esa forma se puede contrarrestar todo tipos de flagelos.
Enfatizó que ‘‘el éxito es la denuncia, no se paralicen frente al temor, además el temor no es de Dios’’.
Finalmente, el portavoz de las Fuerzas Armadas, coronel José Antonio Sánchez Aguilar, reconoció que muchas veces los esfuerzos del Estado se reducen cuando la población no contribuye a contrarrestar este tipo de acciones criminales.
‘‘Pese a las acciones que los delincuentes usan para amedrentar a las personas, la población debe confiar en las acciones que las autoridades estamos tomando, pero obviamente acompañadas de la denuncia’’, señaló.
