Por: Otto Martín Wolf
Cada vez el mundo es más cofuso, si no dígame porqué la mayoría de los países de todo el mundo tienen límites de velocidad en las carreteras. En los USA por ejemplo, la máxima son alrededor de 100 Km por hora.
Entonces-dígame usted- por qué será que todos los vehículos que fabrican ahí tienen capacidad para correr a doscientos cuarenta y hasta doscientos ochenta Kilómetros por hora?
Para encontrar una respuesta sensata (caso de que la haya) lo primero que tenemos que hacer es descartar que los fabricantes norteamericanos construyan los autos pensando en Honduras, donde cien Kilómetros por hora son un juego de niños, algo asi como andasr en triciclo.
Aquí es otra cosa, aquí hablamos de moto taxis a velocidades de Ferraris y Masseratis y “buses rapiditos” como autos de Fórmula Uno.
Las “volquetas” trambién compiten con los autos de carrera en área urbana y ante su embestida salvaje los peatones tienen que saltar a donde sea en un último esfuerzo heroico para salvar la vida. Carreras de alta velocidad en los periféricos donde las rastras arrastran a todo el que se les pone enfrente, al lado ( y muchas veces los dejan debajo)
En Honduras han confundido las “pailas” de trabajo con autos deportivos y las calles de tráfico urbano con pistas de alta velocidad, pero todo eso es otra historia, ya sabemos que aquí la única ley que medio se respeta es la Ley de la Gravedad de Newton y, que conste, no estoy muy seguro de eso.
En los USA, donde si se respetan casi todas las leyes, por qué construyen autos que puedan ir dos y tres veces más rápido que el límite permitido por la ley?
Es una incongruencia, definitivamente no lo entiendo.
Vehículos que corren a más de doscientos Kilómetros por hora cuando la ley no permite más de cien? Para qué?
No lo comprendo como tampoco entiendo que las grandes cafeterías internacionales seleccionen las mejores mezclas para -según ellos- producir la mejor taza de café.
Tengo entendido que en algunos casos pagan hasta 18 y 20 dólares la libra.
Muy bien, macanudo, súper por nosotros pero… se ha fijado que la mayoría de la gente no toma el café puro tal y como lo prueban los catadores?
Quiénes son los que toman el café puro salido de esas mezclas carísimas? Creo que nadie.
La mayoría de la gente adultera el sabor del café original agretándole leche o cremora, azúcar o endulzantes artificiales, saborizantes y, al final, espuma.
Entonces, qué queda del sabor original por el cual se supone pagaron una fortuna por libra? O, mejor dicho, para qué pagar carísimo por la calidad de un café que, de todas maneras, va a llegar a la taza totalmente cambiado?
No lo entiendo.
Como cosa aparte puedo decirle al estimado lector, que conozco alguien que toma café sin cafeína al que le agrega leche deslactosada y endulzante artificial… o sea, qué diablos es lo que está tomando? Todo menos café!
Quizá le quede muy rico, pero de café y mucho menos de esa mezcla carísima nada queda.
Finalmente, los dictadores de la moda han logrado que la gente pague buen dinero por ropa que viene rota de fábrica!
La moda es andar roto y pagar carísimo por eso!
Estoy de acuerdo, cada uno puede hacer lo que quiera con su dinero, hasta el ridículo.