Tegucigalpa – El Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga criticó este domingo la ola de protestas que se ha desarrollado en los últimos días en Honduras a causa de la desconformidad de la población con varias acciones impulsadas desde el Congreso Nacional de la República.
– Decretos aprobados en Educación y Salud han causado malestar en la población hondureña que se ha volcado a las calles en múltiples protestas a nivel nacional.
– Demandó que “esas antorchas -usadas en las marchas- deberían más bien iluminar una nueva vida”.
– Rodríguez sermoneó: “Estamos prisioneros de la violencia, rencor y la venganza, ahí no puede haber misericordia”.
La homilía dominical fue el medio por el cual el religioso se refirió al tema del que concluyó “no es la forma” de resolver los problemas en Honduras.
“Queridos hermanos que triste que nuestra Honduras siga con la violencia de esas manifestaciones que no son pacíficas, que están llenas de insultos, esas antorchas deberían más bien iluminar una nueva vida”, manifestó el cardenal hondureño en su mensaje correspondiente a este primer domingo de pascua.
Acto seguido, enfatizó que acciones como el quemar llantas no solamente daña el ambiente sino también las calles.
“Ese quemar de llantas es señal de odio, no solo están dañando nuestra atmósfera, están dañando nuestras calles”, apostilló el jerarca de la Iglesia Católica en Honduras.
Cabe señalar que a nivel nacional se ha suscitado una serie de protestas luego que el Congreso Nacional aprobara un proyecto de decreto en Salud y Educación, que no es del todo claro en su objetivo y causa de esa interpretación ha causado malestar en estos sectores.
Además las marchas de las antorchas, como se le conocen a las protestas convocadas los viernes, se han reactivado con el objetivo de denunciar la corrupción y mostrar el desacuerdo del resultado de las elecciones generales de 2017 que dieron la reelección al presidente Juan Orlando Hernández.
Esta ola de protesta es acompañada de actos como quema de llantas, daños a la propiedad privada y enfrentamientos con la Policía Nacional.
Con base a lo anterior, el cardenal hondureño aprovechó el espacio de la homilía para referirse a este tema que consideró “no es la manera de manifestarse”.
“Estamos prisioneros de la violencia, rencor y la venganza, ahí no puede haber misericordia”, cuestionó el cardenal Rodríguez que instó a la paz a través de Evangelio y la resurrección de Jesucristo.
Señaló que es posible construir la justicia en la verdad y haciendo justicia, pero no con el odio y la violencia.
Finalmente invitó a pedir la paz que solo ofrece Jesús mediante la oración y la entrega al Evangelio.
A continuación Proceso Digital reproduce el evangelio del día:
Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-31) Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.» Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.» Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados! quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.» A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.» Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.» Contestó Tomás: «¡Señor Mío y Dios Mío!» Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.» Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo tengáis vida en su nombre. |