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Cardenal Rodríguez clama para no seguir crucificando más a Honduras

Tegucigalpa- Cientos de feligreses entre hombres, mujeres y niños acompañaron a la Iglesia Católica de Honduras en su tradicional Vía Crucis este Viernes Santo donde el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, hizo un llamado a las autoridades gubernamentales a no seguir crucificando más a los hondureños.
 

La iglesia expresó su reproche a la soberbia, corrupción, crimen, bajos sueldos que ganan los pobres y los impuestos injustificados y pidió por los privados de libertad, por las madres que sufren en todo el país por la muerte de sus hijos, por los mutilados en las fronteras y otros problemas que sufre Honduras.

El acto religioso arrancó desde la iglesia San Francisco, realizó un recorrido por las principales avenidas de Tegucigalpa, capital hondureña, donde los feligreses colocaron las 15 estaciones para culminar en la iglesia El Calvario.

En cada estación el alto jerarca de la Iglesia Católica, cardenal Óscar Andrés Rodríguez hizo un llamado a los hondureños, principalmente a las autoridades gubernamentales a no seguir crucificando más a Honduras.

“Tenemos que ser consientes de todas aquellas ocasiones en las que mediante nuestro propio pecado también estamos traicionando al buen Jesús, ahora sabemos que los nuevos traidores somos nosotros cuando actuamos con falsedad para disfrazar las verdades que no deseamos que se sepan, cuando acudimos al horóscopo, a las lecturas de las cartas, a la adivinación o a la brujería”, señaló en la primera estación.

Prosiguió que “decimos que amamos la vida, pero aceptamos el aborto, hacemos alarde de nuestra intachable rectitud mientras llevamos en la frente la señal imborrable del engaño y de la mentira”.

“No queremos ser los judas de este tiempo, no queremos entregarle con el beso de la traición, es por eso que pido Señor ten misericordia de nosotros y perdonamos por todos aquellos que han escogido el camino de la violencia, del narco-negocio, del sicariato, la venganza y el rencor”, acotó.

Asimismo, Rodríguez clamó porque haya justicia en el país, que está sufriendo por la ola de violencia que a diario causa “dolor y muerte”.

Orando el Padre Nuestro, las autoridades eclesiásticas y los feligreses recorrieron la ruta hasta llegar a la siguiente estación donde el Cardenal dijo que “también muchos hondureños son condenados a muerte por la corrupción, muchos hermanos siguen viviendo el viacrucis del hambre, de la sed, de la pobreza, de la inseguridad y de la violencia”.

Agregó que los más humildes y vulnerables son expuestos en un camino tortuoso de dolor a causa de la inequidad y de la insaciable corrupción.

En ese sentido, Rodríguez oró por “los corruptos de la sociedad hondureña, no para señalarlos con algún dedo acusador, ni para condenarlos, ni amenazarlos, llamamos a que reconozcan el plan de salvación de Dios que también les incluye a ustedes”.

Igualmente, llamó a la conversión y a creer en el evangelio, “Los millones de lempiras que año con año se pierden sin dejar huella no le concederán la salvación a nadie porque a Dios no se le compra con dinero”, advirtió.

Añadió que “todos aquellos que han caído en la tentación del dinero fácil y mal habido o que se dan la gran vida con lujos escandalosos sin que les conmueva su corazón, mientras el hambre acaba con la existencia de tantas personas en nuestro país”.

El líder religioso también hizo un llamado a la reflexión a los docentes y médicos que les niegan la educación y la salud a los hondureños.

“Te pido Señor por los educadores que no preparan sus horas de clases o no se hacen presentes para dictarlas aunque cobren por ese tiempo que no han dado, hazles comprender que sus irresponsabilidades condenan a nuestros niños, a los jóvenes al calvario de la ignorancia”, señaló.

Asimismo, pidió por los profesionales de la salud que solamente están comprometidos con su salario y no con el bienestar de los que padecen enfermedades y asisten a los centros asistenciales y hospitales, “ayúdales Señor a ver a Cristo en cada enfermó”.

“A veces maltratamos sicológicamente a nuestros niños como si la violencia fuera una forma de educar, cuando desamparamos a nuestros viejitos y ancianos como si ellos no hubieran trabajado por nosotros, cuando pensamos únicamente en nuestros beneficios personales dejando de lado el bien común, estamos negando al Señor, pero a pesar de esas múltiples y permanentes negaciones, sabemos que Él nos dará otra oportunidad”, manifestó el prelado.

En el acto religioso, el cardenal también pidió por las muertes de los comunicadores sociales que después de tres años continúan impunes, igualmente por esos medios de comunicación que no están comprometidos con la verdad, sino que con la novedad y publican o difunden noticias tendenciosas con propósitos oscuros y cuestionables fines.

Rodríguez también pidió por los miembros de la Policía Nacional que no están comprometidos con las buenas causas que son la razón de ser en la institución a la cual pertenecen.

Subrayó que hace falta más amor al prójimo y dijo que para los cristianos “la cruz de Jesucristo es amor, fortaleza y fidelidad”.

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