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Cardenal pide eliminar el egoísmo y globalizar la solidaridad contra el hambre

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Tegucigalpa – En su homilía dominical, el Cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, hizo un llamado a la sociedad para que elimine del día a día la indiferencia y el egoísmo, para que de esta manera se atienda el llamado de Jesús a promover la caridad y solidaridad para terminar con el hambre y la pobreza “todos tenemos algo aunque sea poco para compartir”, externó.

El cardenal hizo un llamado a la reflexión de manera que se elimine el hambre y la escasez de bienes que permitan una vida digna, ya que la propuesta de Jesús no está en el dinero, sino que orienta a sus discípulos por otros caminos que no creen nuevas dependencias de explotación y opresión.

 Según el cardenal Rodríguez, hay una solución muy sencilla a la problemática de la pobreza, es saber compartir con los más necesitados, pero para ello hay que seguir el ejemplo de Jesús, quien no hace caso al pesimismo sino a la oración y a la acción de gracias.

“El evangelio de este día nos subraya la importancia de la solidaridad humana, para resolver problemas que parecen no tener solución, sin solidaridad hay temas que nunca se solucionarán, la palabra nos invita a globalizar la caridad, el verdadero amor, el compartir”, precisó.

Asimismo recordó que en varias parroquias del país la caridad y la solidaridad son prácticas comunes, porque tras el paso de los fenómenos naturales de Eta y Iota que afectó a miles de personas, se llenaron contenedores de víveres para ayudar a los afectados de la costa norte.  

“Hay detalles en el evangelio que no se pueden soslayar, cuando Jesús dice: recojan lo que sobra para que nada se pierda, ¿Cuánta comida se desperdicia? Sólo con lo que se desperdicia en una gran ciudad podría saciar el hambre de millones personas, pero se sigue desperdiciando”, lamentó.

Consideró que la abundancia existe porque Dios ama a la humanidad abundantemente, porque cuando se comparte  ajusta para todos y todavía sobra, pero como falta mentalidad, porque aún sigue habiendo países que destruyen alimentos simplemente para conservar precios.

El líder religioso, sostiene que todavía existen leyes económicas que promueven la injusticia y que son estas normativas las que promueven la pobreza y el hambre “por eso Jesús en el evangelio dice que nadie es tan pobre que no tenga algo que compartir, así como nadie es tan rico que no tenga necesidad de algo que por cierto no es lo material”.

En el mismo tema se interrogó «¿Cómo resolver el drama del hambre en el mundo y la escasez de bienes para una vida digna? Seguidamente indicó que la solución que Jesús propone no está en el dinero, Jesús orienta a sus discípulos por otro camino que no creen nuevas dependencias de explotación y opresión».

Resumiendo el tema el cardenal resaltó que «sin solidaridad hay cuestiones que nunca se solucionarán, por ello se debe poner atención al  Evangelio de hoy  que «nos invita a globalizar la solidaridad, el verdadero amor, el compartir».

El cardenal también llama al respeto y la solidaridad con los abuelos 

 En otro apartado de su homilía el cardenal  hizo alusión al mensaje del papa Francisco,“El santo padre –Papa- nos ha convocado a la jornada mundial de oración y afecto por los de la tercera edad, especialmente por los abuelitos y las abuelitas que hoy tenemos presente en nuestra oración en esta parroquia de Suyapa nos anticipamos para homenajearlos que reciben de Cáritas Suyapa el apoyo todos los meses”, apuntó.

Rechazó el desprecio y marginamiento a los adultos mayores “cuantas ofertas de trabajo que entre los requisitos está tener menos de 35 años, eso dice que ya no hay espacio en esta sociedad materialista para los mayores que son un tesoro de experiencia, transmisores de fe y que se han convertido en heroicos hondureños”.

“Hoy después de haber formado una familia los abuelos siguen criando nietos porque su padres se han ido para otros países a buscar un trabajo digno para sostener a sus familias, son ellos los que sufren marginación, maltrato, ingratitud, por eso es importante, dar gracias a través de la oración por los ancianos”, añadió.

Citó las palabras del Papa Francisco en su homilía de este domingo, quien desde la Santa Sede, hace un llamado para que los jóvenes hagan una alianza que permita terminar el desprecio, el marginamiento y el maltrato, de manera que se pueda compartir lo poco que se tiene, así como lo relata el evangelio de este día.

Manifestó que es  oportuno reconsiderar algunas acciones personales para reconvertir la sociedad y alejarla del egoísmo, la acumulación, que es cerrada al sufrimiento y que por el contrario comparta aunque sea poco “tenemos que hacer algo para apoyar incluso a sociedades desarrolladas como Alemania que pasa momentos críticos”.

Cerró diciendo que “hay hambre de pan, de cultura, de paz, comprensión, de amor y ternura, nuestro mundo está hambriento de Dios, ¿Quién va saciar el hambre del mundo? Tenemos necesidad de alimentar los vacíos de sentido, corazones y nuestras vidas”. JP

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