En su condenada, el magistrado también emitió una orden de embargo de 8.8 millones de dólares, dijo el fiscal federal Wifredo A. Ferrer.
Un jurado halló culpable al acusado, quien fue extraditado a EEUU desde Honduras en 2011, después de nueve días de juicio en un tribunal de Miami, en abril pasado.
«La condena de Ponce Rodríguez fue producto de una considerable cooperación internacional y nacional y es un ejemplo del compromiso de Estados Unidos y otras naciones en la región para perseguir a los narcotraficantes donde ellos podrían esconderse», subrayó Ferrer en un comunicado.
El agente especial a cargo de la DEA, Mark R. Trouville, destacó que su agencia está centrada en identificar, presentar cargos y extraditar a los líderes de las principales células que operan en Centroamérica.
«Mario Ponce Rodríguez operaba una de las más significativas células de Guatemala», agregó.
Según las pruebas presentadas en el juicio, en varias ocasiones, Ponce recibió importante cantidades de cocaína transportadas por aviones que aterrizaban en pistas clandestinas en Guatemala y luego ordenaba a otros que llevaran la droga a sitios donde era escondida hasta su envío a México y después a Estados Unidos.
Durante el juicio, testigos declararon que Ponce tenía un helicóptero y pilotos a su disposición para transportar los cargamentos de droga a México.