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Canciller de Honduras urge a sus compatriotas en EEUU a renovar el TPS

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Miami (EE.UU.) – El canciller de Honduras, Mario Canahuati, urgió hoy a sus compatriotas en Estados Unidos a renovar el Estatus de Protección Temporal (TPS) que les permitirá estar legalmente en el país y tener prioridad para ajustar su situación cuando se apruebe una reforma migratoria.
 

Hasta el momento se han reinscrito solo 45.000 hondureños de un total de unos 75.000 que recibieron el TPS tras demostrar que llegaron al país antes de diciembre de 1998, según cifras del canciller dadas a conocer en una conferencia de prensa en Miami.

Canahuati advirtió que las personas que no hayan renovado su TPS corren el riesgo de quedar indocumentadas y estarían sujetas a la deportación, una situación que les impediría seguir ayudando a sus familiares con el envío de remesas.

Los hondureños enviaron a su país remesas por 2.483 millones en 2009, según un informe del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

«Los datos que nos dieron ayer no son muy halagadores. Faltan apenas 12 días para que nuestros hondureños puedan terminar de incorporarse a una iniciativa que dio el Gobierno de EE.UU. que les permite estar y trabajar legalmente, lo que elimina la posibilidad de ser deportados», dijo el diplomático.

El Gobierno estadounidense en mayo pasado concedió una extensión de otros 18 meses del TPS para los hondureños y nicaragüenses amparados por ese beneficio por lo que estará vigente entre el 5 de julio 2010 hasta el 5 de enero de 2012.

El TPS expira el próximo 5 de julio y las personas tienen plazo hasta el 6 de julio para renovarlo, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).

El canciller resaltó que en momentos en que se aprueban medidas como la polémica ley SB1070 de Arizona que criminaliza a los indocumentados, los hondureños pueden tener una protección que a su vez les permite buscar empleos, recibir salarios dignos y las compensaciones sociales que se derivan de los sueldos.

«Pero hay otra ventaja: todos los que estén incorporados al TPS van a tener prioridad en el momento en que se tenga una reforma migratoria nacional. Todos los cancilleres de Centroamérica, de México, vamos a empezar a trabajar con nuestras comunidades en EE.UU. para que esta iniciativa se convierta en una realidad para el beneficio de nuestra gente», afirmó.

«Estamos acá para pedirles a los hondureños que no pierdan esta oportunidad, esta es la novena vez que estamos en el proceso de reinscripción», dijo Canahuati.

Un mensaje que también transmitirá una misión encabezada por el vicecanciller Alden Rivera durante una gira que iniciará mañana por Houston, Arizona, Los Ángeles, San Francisco y Chicago.

El diplomático aprovechó la ocasión para informar de que los consulados de su país cambiarán la manera como han manejado las relaciones con los inmigrantes hondureños, no solo por la importancia que tienen al contribuir con la economía al enviar remesas, sino por la situación difícil que viven para venir a EE.UU.

«Son personas que han pasado por momentos difíciles. Ese tramo que va de Guatemala a Veracruz (México), de acá a la frontera con Estados Unidos es bastante difícil. Además de no tener recursos, son secuestrados y sufren violaciones de derechos humanos», precisó.

Agregó que tienen informaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en las que se indica que de las 20.000 personas que son secuestradas, el 80 por ciento son hondureñas.

«Los hombres son golpeados y maltratados hasta conseguir nombres de personas que puedan pagar el rescate, niños abusados sexual y mentalmente y las mujeres vendidas a prostíbulos», apostilló.

Por eso, señaló, los que logran llegar a Estados Unidos deben tener todo el apoyo y el respeto de los que representan al Gobierno de Honduras.

El TPS es concedido por el gobierno estadounidense a las personas que huyen de desastres naturales o conflictos civiles en sus países de origen, para que puedan vivir y trabajar legalmente en esta nación.

Estados Unidos lo concedió a los hondureños y nicaragüenses que llegaron antes de que concluyera 1998, tras el huracán «Mitch» que azotó ese año a Centroamérica.

También se ha otorgado a unos 250.000 inmigrantes salvadoreños tras los terremotos que sacudieron El Salvador en 2001.

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