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Caminata de oración por la paz genera análisis político y social tras masiva participación de hondureños

Tegucigalpa- La caminata de oración por la paz y la democracia, convocada por la Conferencia Episcopal y la Confraternidad Evangélica, realizada el pasado sábado 16 de agosto, continúa generando debate y análisis en distintos sectores de la sociedad hondureña.

El director de Macrodato, Carlos Cálix, explicó que más allá del plano espiritual, la marcha también tiene un componente político que no debe pasarse por alto. “Lo primero es que algunos van a tratar de desmeritar y deslegitimar la caminata, como ya ocurrió con algunos datos sobre la cantidad de participantes.

Han circulado cifras muy dispares, pero lo cierto es que, sean 15 mil o 300 mil, el movimiento es simbólico, y ese simbolismo puede ser catapultado estratégicamente”, señaló.

Cálix apuntó que tanto la oposición como el oficialismo podrían utilizar la caminata como herramienta política, aunque consideró que, en este momento, es el oficialismo el que ya piensa en generar una estrategia en torno al evento, más que la oposición.

Por su parte, Juan Diego Lacayo, vocero del movimiento Por Nuestros Hijos, destacó el impacto positivo de la caminata, que incluso trascendió las fronteras del país. “Algunos perciben que esta caminata fue a favor o en contra de alguien, pero no: esto es a favor de la fraternidad, de la gran familia hondureña, creyentes y no creyentes. Lo que buscamos es tocar corazones para que de ahora en adelante haya un antes y un después”, expresó.

En ese sentido, los analistas coinciden en que la caminata ha logrado instalarse en la conversación pública como un acontecimiento que trasciende lo religioso y que podría influir en la agenda social y política nacional en las próximas semanas.LB

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