Brenes, nacido hace 64 años en un pueblo a 18 kilómetros al sureste de Managua, fue aplaudido una y otra vez por los asistentes a la misa.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua felicitó hoy al nuevo cardenal, utilizó la palabra «alegría» para describir el momento e hizo saber que el nombramiento «no fue una sorpresa», a través de un portavoz, antes de la misa.
Brenes también agradeció al otro cardenal nicaragüense, Miguel Obando Bravo, por haberlo felicitado poco tiempo después del anuncio del papa Francisco.
Además dio gracias «a los obispos, los sacerdotes, a ustedes, que me han manifestado su cariño a lo largo de estos 40 años como sacerdote», mencionó un Brenes visiblemente emocionado, pero centrado en mostrar su humildad característica.
La Conferencia Episcopal informó que Brenes será investido como cardenal el 22 de febrero próximo, durante un consistorio en la catedral de San Pedro, en Roma.
Brenes se convierte así en el segundo cardenal en la historia de Nicaragua, después de que en 1985 el papa Juan Pablo II nombró al ahora arzobispo emérito Obando Bravo.