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Brasil, un equipo unipersonal

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Santiago de Chile.- Brasil mostró en su debut en la Copa América contra Perú una agudización de su dependencia de Neymar, algo que ya era patente en el último par de años y que, en la práctica, lo está convirtiendo en un equipo unipersonal.

Este tipo de enfermedades, la subordinación del equipo a un único crack, siempre fue un rasgo de selecciones menores, pero nunca había afectado a la pentacampeona del mundo.

En la victoria por 2-1 ante Perú, Neymar no sólo hizo un gol y una asistencia, volvió a ser decisivo como en otros muchos partidos y en este caso su protagonismo en el juego de Brasil fue total.

En su proceso de multiplicación, Neymar ejerció sus habituales funciones de delantero, pero también se puso la camisa de organizador y hasta la de recuperador de balones.

El capitán de Brasil, más líder que nunca, no sólo hizo de Ronaldo, Pelé o Zico, roles que ya había desempeñado en otras ocasiones, también se transmutó en una suerte de Falcão y hasta en un Dunga.

En su nueva faceta de defensiva, Neymar robó en diez ocasiones la posesión a los peruanos, un aspecto en el que sólo se quedó por detrás de Willian, autor de doce recuperaciones.

El seleccionador brasileño, Dunga, está empecinado en negar la «Neymardependencia». Después del partido contra Perú, subrayó que otros jugadores fueron decisivos, Douglas Costa por su gol, Dani Alves por su asistencia en el primero, o los defensas que neutralizaron a Paolo Guerrero, pero los números le llevan la contraria.

Hay una estadística muy ilustrativa del peso de Neymar en el equipo. El delantero del Barcelona fue el que más balones perdió, 34, un tercio del número total de Brasil, un dato que corrobora lo que se vio en el estadio de Temuco: todas las jugadas de la Canarinha pasan por sus pies.

Es un hecho que desde que se puso el brazalete de capitán, coincidiendo con la llegada de Dunga al banquillo de Brasil, Neymar ha asumido una posición de liderazgo que en el Mundial no había ejercido de una manera tan patente.

La jerarquía de Neymar es indiscutible y tiene la ventaja de que su currículo no fue empañado por la derrota por 7-1 contra Alemania en las semifinales del Mundial, debido a la lesión que sufrió en los cuartos de final contra Colombia.

De hecho, la trayectoria de Neymar con la selección es casi inmaculada y la última derrota en la que estuvo presente fue en un amistoso jugado contra Suiza (1-0) en agosto de 2013, en el primer partido después de ganar la Copa Confederaciones, en el que Brasil se relajó aún relamiéndose del triunfo contra España, entonces campeona del mundo.

David Luiz, una de las voces con más peso en la «seleção», tiene clara la importancia del talento del delantero de la cresta.

«Mejor tener a Neymar jugando con nosotros que contra nosotros, me gusta tener un jugador de esa calidad de mi lado», declaró.

El Neymar que se ve con Brasil es, si cabe, más decisivo que en el Barcelona, puesto que en su club, el delantero de 23 años reconoce los galones de Lionel Messi y acepta su papel de secundario por detrás del argentino.

Con la selección el caso es opuesto. Se ha erigido en la única espada del equipo, en su principal recurso, en el autor de casi de la mitad de los goles que ha anotado Brasil en los once partidos que ha disputado después del Mundial.

Y eso arroja inevitables dudas sobre cuál será la solvencia de la selección si, como en el Mundial, vuelve a perder a Neymar por una lesión o una sanción.

En Brasil ya surgen voces de preocupación y los más veteranos alertan de que la selección pentacampeona nunca estuvo a merced de una única figura, ni siquiera en los tiempos de Pelé, quien casi siempre tuvo a su lado al inigualable Garrincha. EFE

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