«Me complace anunciar un paquete de iniciativas del Banco Mundial que brindarán un mayor respaldo a la integración regional de América Central», dijo el presidente del BM, Robert Zoellick, durante el acto de clausura de la Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
El plan de acción incluye proyectos específicos en materia de economía, inclusión social, seguridad, cambio climático y desastres naturales, así como desarrollo institucional y Estado de Derecho.
El compromiso anunciado por el BM estará dirigido a la financiación de los servicios técnicos y de asesoría de una ventanilla especial de dos años «para respaldar los esfuerzos de facilitación comercial que profundicen la integración».
Un programa de capacitación que será gestionado por el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas para «fortalecer las capacidades de los funcionarios públicos centroamericanos en el área de la administración pública».
También incluye un mecanismo de asistencia técnica para fortalecer la capacidad de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), en los esfuerzos de promoción comercial de la región y la implementación de la unión aduanera.
Así como un programa de respaldo a la transparencia judicial y la rendición de cuentas en la región.
Zoellick precisó que de los 5.000 millones de dólares que aportará el BM para financiar este plan de acción de apoyo a la integración, 1.000 millones provendrán de la Corporación Financiera Internacional, su socio encargado de trabajar con las organizaciones del sector privado.
Además, agregó, la estrategia forma parte de los esfuerzos conjuntos que para apoyar el proceso de integración de Centroamérica realizarán con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuyo presidente, Luis Alberto Moreno, también asistió a la reunión en San Salvador.
En la cumbre, además del gobernante salvadoreño, Mauricio Funes, participaron los presidentes Álvaro Colom (Guatemala), Ricardo Martinelli (Panamá), Laura Chinchilla (Costa Rica) y Porfirio Lobo (Honduras).
La República Dominicana estuvo representada por su vicepresidente, Rafael Albuquerque; Belice por su viceprimer ministro, Gaspar Vega y Nicaragua por una funcionaria de la cancillería no identificada.
