“Es un proyecto que pasa por el consenso de sectores organizados de la sociedad y que se constituyen y vienen a sus autoridades locales a pedir apoyo”, dijo el alcalde.
Señaló que se trata de proyectos que se realizan especialmente en barrios y colonias populares, donde los habitantes, agobiados por las pandillas y los cobradores del llamado “impuesto de guerra” no respetan ni los bienes, ni la vida de las personas.
También indicó que la modalidad se ha extendido a zonas residenciales donde los secuestros y otros hechos delictivos han obligado a los vecinos a reforzar sus medidas de seguridad.
Dijo que “Barrio Seguro” ha provocado reacciones adversas de personas que defienden el derecho a la libre circulación pero señaló que en cada zona siempre hay una forma regulada por la propia comunidad para transitar.
A su juicio, cuando un juez tiene que decidir entre la aplicación de una norma y la justicia, debe optar por la segunda, especialmente cuando están de por medio las vidas de la gente.
Tegucigalpa es catalogada una de las ciudades más violentas del mundo. El sicariato, las extorciones, los secuestros y los asaltos son hechos que ocurren cotidianamente.
