Dacca – La policía detuvo en el sureste de Bangladesh a un grupo de 22 miembros de la minoría musulmana rohinyá que pretendían huir de manera ilegal en barco hacia Malasia de las precarias condiciones en las que viven en los campamentos de refugiados, informó hoy a Efe una fuente policial.
El grupo de rohinyás fue detenido anoche después de que caminaran «desde el campamento de Kutupalong hasta una casa abandonada cerca del mar, donde esperaban para subir a un bote», dijo un comandante de la Guardia Fronteriza bangladeshí (BGB), Asadud Zaman Chowdhury.
Zaman precisó que el grupo de refugiados fue llevado hasta la zona por presuntos traficantes de personas que cobraban grandes sumas de dinero a los refugiados prometiéndoles llevarles a Malasia a través de una complicada ruta.
Según los datos del comandante de la BGB, este es el tercer grupo de rohinyás que es detenido intentando abandonar el país en barco en los últimos cuatro meses desde el distrito de Cox’s Bazar, en el sureste de Bangladesh.
Unos 30 miembros de la minoría étnica fueron detenidos en diferentes puntos de Cox’s Bazar el pasado viernes, y otros 14 en noviembre cuando intentaban emprender una travesía similar.
Según las autoridades locales, los rohinyás pagan a los traficantes entre 50.000 y 200.000 takas (entre 600 y 2.400 dólares respectivamente) para ser llevados a Malasia.
«Algunas mujeres nos dijeron que se casaron por teléfono con rohinyás que viven en Malasia y que viajaban para reunirse con sus maridos», dijo Zaman.
Entre el grupo interceptado anoche por las autoridades se encontraban 10 mujeres, 11 niños y un hombre, y todos fueron enviados de regreso al campamento de refugiados de Kutupalong, en el que están registrados.
Las autoridades no lograron detener a ningún traficante.
Cerca de 738.000 refugiados rohinyás han llegado a los campamentos de Cox’s Bazar desde el comienzo de la crisis, el 25 de agosto de 2017, tras una ola de persecución y violencia en Birmania (Myanmar) que la ONU describió como un intento de «limpieza étnica».
Los migrantes indocumentados rohinyás y bangladesíes utilizan la bahía de Bengala y el mar de Andamán como ruta marítima para entrar en otros países del continente en busca de mejores oportunidades de vida.
En 2015, miles de migrantes, incluidos niños y mujeres, fueron rescatados en aguas internacionales cuando eran llevados hacinados en barcos hacia Indonesia y Malasia.
El hallazgo de estos grupos de migrantes se produjo después de que las fuerzas de seguridad descubrieran en la jungla del sur de Tailandia, en la frontera con Malasia, varios campamentos clandestinos, donde centenares de indocumentados eran retenidos por bandas dedicadas al tráfico de personas.
En esos campos se encontraron decenas de fosas con restos de seres humanos, en su mayoría rohinyás. Equipos de expertos forenses tailandeses han exhumado al menos 31 cadáveres.