El relato bíblico en que los hombres pensaron y ejecutaron la construcción de la torre, desafiaba los poderes celestiales, más que todo a la omnipotencia de Dios, terminó en una frustración por parte de los edificadores, desembocando en una confusión, desencanto, diáspora y divisiones horrorosas, de tal manera que la historia cuenta que los hombres no se entendían, producto de la poliglosalalia, es decir, la generación de diversas lenguas de las que solo las hablaban y no podían entender nada absolutamente, aquí no había ni ideas ni referentes, lo que había era una tragedia, marcada por el desprecio, desidia, indiferencia y la infamia de no poderse entender. Hay muchas lecciones que podríamos extraer de este evento, dado en los albores de la historia del homo sapiens.
En definitiva, que la comunicación efectiva y asertiva es aquella que tiene efectos positivos, que logra llegar con el verdadero mensaje y destino a alcanzar. Hoy por hoy, la mayor parte de los proyectos que se pierden, se engavetan y finalmente se tiran a la basura, es porque los canales de comunicación son muy cerrados, sumado a esto, el orgullo, la prepotencia y petulancia de un liderazgo egoísta, individualista y retrógrado que se antepone a los grandes intereses de la ciudadanía. Cabe decir, que toda decisión es política, y si no se sabe, elaborar las verdaderas políticas públicas y dirigirlas hacia las grandes necesidades de la sociedad, al final se desfavorecen a los que verdaderamente la necesitan.
América Latina por ejemplo, está considerada una de las regiones más cristianas por el fervor religioso, en ese sentido, la apertura religiosa hace que sea posible la proliferación de las diferentes expresiones y credos que hoy ya no se sabe si trabajan para acercar a los hombres a Dios, o alejarlos más bien por cada cosa que sacan en sus formas litúrgicas, interpretaciones hermenéuticas antojadizas y totalmente alegóricas, hasta el abuso. Lo anterior, es parte de esa confusión de la que estamos hablando. A mayor confusión e ignorancia, mayores niveles de manipulación, terquedad, enajenación y dudas en la población latinoamericana.
En el caso de Honduras, hay proyectos abandonados, sendos estudios y consultorías millonarias pagadas, sumado a esto, los descuidos de gobiernos que históricamente, llegaron siendo partido al poder y terminan siendo partido que gobierna, ignorando completamente que se llega a través de los votos de las personas que creen en el candidato, en el marco jurídico de un partido político, desafortunadamente, desconocen, que se gobierna desde la racionalidad, el poder delegado del pueblo, y desde una visión prospectiva que beneficie a todos.
Los niveles de desinformación que tenemos hoy día, son enormes, las noticias falsas que cunden las redes sociales tienen a la población confundida, desencantada, pero al fin, entretenida y sucumbida en ignorancia e incertidumbre. El término que se a acuñado que describe mejor el estado de postración, inoperancia y desdicha de está presente sociedad por sus siglas en inglés es:” VUCA”, que significa vulnerabilidad, incertidumbre, complejidad y ansiedad. La gente se define por los logros materiales que alcanza, profesiones, residencial en que vive, títulos que ostenta, relaciones sociales que presume, viajes y desenfreno de pasiones que experimentan. No obstante, cuando se habla con estas personas, nos damos cuenta de la pobreza y calamidad moral en la que viven, equivocados, con una escala de valores totalmente invertida.
Finalmente, otros aspectos que se analizan desde esta aldea global en que vivimos son también, los descréditos por los que atraviesan las instituciones públicas y privadas. Las políticas y la doble moral a las que juegan las grandes potencias económicas, la poca claridad de los discursos y referencias mundiales. La disparatadas ideologías que aparecen todos los días que crean inestabilidad emocional, económica, cultural y política en la población. Además, los enfoques de identidad demasiados difusos, la enorme inconformidad de la sociedad en relación a los liderazgos movedizos que se multiplican como por generación espontánea. Las inexactitudes de los gobernantes en seguir apuntando y apostando por las inequidades y desigualdades sociales, lo cual hace que la población viva desencantada y sumida en depresión y postergada, cada vez más lejos de vivir dignamente. El aparecimiento de tantos ismos filosóficos que aturden y confunden y expresiones de pluralidad, lo que es bueno, pero controlados, y que no atenten en seguir creando babeles en nuestros días. La soberbia, el desorden, confusión y desconcierto de esta sociedad actual, pasa por la ambición, arrogancia y desconsideración. Hay cosas en las que debemos alcanzar hablar el mismo idioma, por ejemplo en educación, salud, seguridad, vivienda, empleos sobre todo en temas de desarrollo humano, a efecto de no seguir viviendo en Babel.